Domingo
22 de abril
1. SEMEJANTE AL REINO DE DIOS
a. ¿Cuáles eran algunos de los significados bíblicos de la levadura? Lucas 12:1; 1 Corintios 5:8.
“Entre los judíos, la levadura se usaba a veces como símbolo del pecado. Al tiempo de la Pascua, el pueblo era inducido a quitar toda levadura de su casa, así como debía quitar el pecado del corazón.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 68.
b. Sin embargo, ¿cuál fue la aplicación hecha por Jesús de la levadura usada en su parábola? Lucas 13:20, 21.
“Pero en la parábola del Salvador la levadura se usa para representar el reino de los cielos. Ilustra el poder vivificante y asimilador de la gracia de Dios.
“Ninguna persona es tan vil, nadie ha caído tan bajo que esté fuera del alcance de la obra de ese poder. En todos los que se sometan al Espíritu Santo, ha de ser implantado un nuevo principio de vida: la perdida imagen de Dios ha de ser restaurada en la humanidad.”—Ídem., pág. 69.
Lunes
23 de abril
2. CAUTIVADOS POR CRISTO
a. ¿Cómo quiere Dios transformar nuestra vida y con qué propósito? Romanos 12:2; Filipenses 2:5.
“Toda verdadera reforma comienza con la purificación del alma. Es gracias al lavacro de la regeneración y a la renovación de la mente por medio del poder del Espíritu Santo, como se opera un cambio en la vida...”—Hijos e Hijas de Dios, pág. 107.
“Si permitiésemos que nuestras mentes meditasen más en Cristo y en el mundo celestial, hallaríamos un estímulo y un apoyo poderoso para pelear las batallas del Señor. El orgullo y el amor al mundo perderán su poder al contemplar las glorias de esa tierra mejor que tan pronto será nuestro hogar. Junto a la belleza de Cristo, todos los atractivos terrenales parecerán de poco valor.”—Mensajes para los Jóvenes, pág. 111.
“Cuando estamos unidos con Cristo, tenemos la mente de Cristo. La pureza y el amor brillan en el carácter, la humildad y la verdad rigen la vida. La misma expresión del rostro es cambiada. Cristo, que habita en el alma, ejerce un poder transformador, y el aspecto externo da testimonio de la paz y del gozo que reinan en lo interior.”—Reflejemos a Jesús, pág. 96.
b. ¿Cómo quiere Dios cambiar nuestros pensamientos? 2 Corintios 3:18; Filipenses 2:3, 4.
“Al contemplar a Cristo, nos transformamos. Si la mente se espacia en forma constante en las cosas temporales, éstas llegan a absorberlo todo y afectan al carácter, de modo que la gloria de Dios se pierde de vista y se olvida. Las oportunidades que están al alcance de ellos para llegar a ser versados en las cosas celestiales, se pasan por alto. Muere la vida espiritual.”—Hijos e Hijas de Dios, pág. 107.
“Mediante el conocimiento de Cristo —sus palabras, sus hábitos y sus lecciones de enseñanza— asimilamos, por así decirlo, las virtudes del carácter que hemos estudiado tan cuidadosamente y somos imbuidos del espíritu que tanto hemos admirado.”—Sons and Daughters of God, pág. 235.
“Si nos asociamos diariamente con Cristo, sentiremos en nuestro derredor los poderes de un mundo invisible; y mirando a Cristo, nos asemejaremos a él. Contemplándolo, seremos transformados. Nuestro carácter se suavizará, se refinará y ennoblecerá para el reino celestial.”—El Discurso Maestro de Jesucristo, págs. 73, 74.
Martes
24 de abril
3. UN TRASPLANTE DE CORAZÓN
a. ¿Cuándo comienza a actuar la levadura de la verdad? Jeremías 29:13. ¿Dónde comienza Dios? Jeremías 24:7; Ezequiel 11:19.
“Como la levadura, cuando se mezcla con la harina, obra desde adentro hacia afuera, tal ocurre con la renovación del corazón que la gracia de Dios produce para transformar la vida. No es suficiente un mero cambio externo para ponernos en armonía con Dios. Hay muchos que tratan de reformarlo corrigiendo este o aquel mal hábito, y esperan llegar a ser cristianos de esta manera, pero ellos están comenzando en un lugar erróneo. Nuestra primera obra tiene que ver con el corazón.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 69.
“Debemos dar a Dios todo el corazón o, de otra manera, el cambio que se ha de efectuar en nosotros, y por el cual hemos de ser transformados conforme a su semejanza, jamás se realizará.”—El Camino a Cristo, pág. 42.
“Poned todo vuestro ser en las manos del Señor, alma, cuerpo y espíritu, y resolved convertiros en su instrumento amante y consagrado, impulsado por su voluntad, dominado por su mente, saturado de su Espíritu.”—Hijos e Hijas de Dios, pág. 107.
b. Describa el proceso por el cual la levadura opera desde el interior del corazón. Juan 3:3–5.
“Cuando la verdad llega a ser un principio permanente en nuestra vida, el alma renace, ‘no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios, que vive y permanece para siempre’ (1 Pedro 1:23). Este nuevo nacimiento es el resultado de haber recibido a Cristo como la Palabra de Dios. Cuando las verdades divinas son impresas sobre el corazón por el Espíritu Santo, se despiertan nuevos sentimientos, y las energías hasta entonces latentes son despertadas para cooperar con Dios.”—Los Hechos de los Apóstoles, págs. 414, 415.
“Cuando Cristo habla del nuevo corazón, se refiere a la mente, a la vida, al ser entero. Experimentar un cambio de corazón es apartar los afectos del mundo y fijarlos en Cristo. Tener un nuevo corazón es tener una mente nueva, nuevos propósitos, nuevos motivos. ¿Cuál es la señal de un corazón nuevo? Una vida cambiada. Se produce día tras día, hora tras hora, una muerte del orgullo y el egoísmo...
“Aquel que ha recibido un nuevo corazón, confía en la ayuda de Cristo con humilde y agradecida dependencia. Revela en su vida el fruto de la justicia. Antes se amaba a sí mismo. Se deleitaba en el placer mundanal. Ahora su ídolo ha sido destronado y Dios reina supremo. Ahora odia los pecados que en otro tiempo amaba. Sigue firme y resueltamente por la senda de la santidad.”—Mensajes para los Jóvenes, págs. 70, 72.
Miércoles
25 de abril
4. AGENTES DE CAMBIO
a. ¿Cuál es uno de los medios que Dios usa para cambiar el carácter? Romanos 10:17; Juan 17:17.
“La levadura de la verdad efectúa un cambio en todo el hombre, convirtiendo al rústico en refinado, al áspero en amable, al egoísta en generoso. Por su medio el impuro queda limpio, lavado en la sangre del Cordero. Por medio de su poder vivificante, hace que la totalidad de la mente, el alma y las fuerzas quede en armonía con la vida divina. El hombre con su naturaleza humana llega a ser partícipe de la divinidad. Cristo es honrado con la excelencia y la perfección del carácter. Y mientras se efectúan estos cambios, los ángeles rompen en himnos arrobadores, y Dios y Cristo se regocijan sobre las almas transformadas a la semejanza divina.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, págs. 73, 74.
“Si es estudiada y obedecida, la Palabra de Dios actúa en el corazón subyugando todo atributo no santificado. El Espíritu Santo acude para convencer de pecado, y la fe que surge en el corazón obra por el amor a Cristo conformándonos, cuerpo, alma y espíritu, a su voluntad.”—En Lugares Celestiales, pág. 21.
b. ¿Cómo opera el Espíritu Santo en la vida para efectuar el cambio? Juan 3:8. ¿Cómo es comparado esto con la función de la levadura en la harina?
“La levadura escondida en la harina trabaja en forma invisible para hacer que toda la masa se halle bajo el proceso del leudado; así la levadura de la verdad trabaja secreta, silenciosa, invariablemente para transformar el alma.
“Las inclinaciones naturales son mitigadas y sometidas. Nuevos pensamientos, nuevos sentimientos, nuevos motivos son implantados. Se traza una nueva norma del carácter: la vida de Cristo. La mente es cambiada; las facultades son despertadas para obrar en nuevas direcciones. El hombre no es dotado de nuevas facultades, sino que las facultades que tiene son santificadas. La conciencia se despierta. Somos dotados de rasgos de carácter que nos capacitan para servir a Dios.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, págs. 70, 71.
c. ¿Qué guiará nuestras decisiones en nuestra vida transformada? Juan 8:29.
“La esencia de toda justicia es la lealtad a nuestro Redentor. Esto nos inducirá a hacer lo bueno porque es bueno, porque el hacer el bien agrada a Dios.”—Ídem., pág. 70.
Jueves
26 de abril
5. LA LEVADURA OBRANDO EN LA VIDA
a. ¿Cuál es un atributo básico del reino de Dios? 1 Juan 4:10; Juan 3:16.
“Al contemplar a Cristo, nos detenemos en la orilla de un amor inconmensurable. Nos esforzamos por hablar de este amor, pero nos faltan las palabras. Consideramos su vida en la tierra, su sacrificio por nosotros, su obra en el cielo como abogado nuestro, y las mansiones que está preparando para aquellos que le aman; y sólo podemos exclamar: ¡Oh! ¡Qué altura y profundidad las del amor de Cristo!”—Los Hechos de los Apóstoles, págs. 268, 269.
b. ¿Cómo se verá este atributo en nuestro trato con los demás? Juan 13:34; 1 Juan 4:11; Colosenses 3:12.
“Debemos olvidarnos de nosotros mismos y… tratar siempre de encontrar oportunidades de animar a los demás y aliviar sus penas y cargas mediante actos de afectuosa bondad y pequeñas muestras de amor. Estas atenciones y expresiones de solicitud que, comenzando en el seno del hogar se prolongan fuera del círculo de la familia, contribuyen a formar la suma de la felicidad de la vida.”—Mi Vida Hoy, pág. 198.
“Durante toda hora de la estada de Cristo en la tierra, el amor de Dios fluía de él en raudales incontenibles. Todos los que sean dotados de su Espíritu amarán como él amó. El mismo principio que animó a Cristo los animará en todo su trato mutuo.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 632.
“Si Cristo mora en nosotros, manifestaremos su abnegado amor para con todos aquellos con quienes tratemos.”—El Ministerio de Curación, pág. 120.
Viernes
27 de abril
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL
1. ¿Qué poder es mostrado mediante la levadura en la parábola del Salvador?
2. Si llenamos nuestros pensamientos con Cristo y el cielo, ¿qué efecto tendrá este cambio en nuestra experiencia espiritual?
3. ¿Por qué un cambio de vida genuina opera como la levadura, desde el interior hacia el exterior?
4. ¿Cuáles son algunas formas en que la levadura de la verdad nos cambia? ¿Qué sucede con nuestras inclinaciones naturales? ¿Qué significa esta transformación?
5. ¿Cómo podemos mostrar el amor de Cristo a los demás?