Domingo
6 de mayo
1. LA ATRACCIÓN DE LOS PLACERES DEL MUNDO
a. Aunque las parábolas a menudo tienen varias aplicaciones, ¿a qué clase especial se aplica la parábola del hijo pródigo? Lucas 15:1, 2.
“En la parábola del hijo pródigo, se presenta el proceder del Señor con aquellos que conocieron una vez el amor del Padre, pero que han permitido que el tentador los llevara cautivos a su voluntad.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 156.
b. Cuando fue tentado por el mundo, ¿qué pidió el hijo menor, y qué hizo el padre? Lucas 15:11, 12.
c. ¿Cuál fue el resultado de las necias ideas de libertad del hijo menor? Lucas 15:13, 14; Jeremías 17:5, 6. ¿Qué podemos aprender de esta historia acerca del egoísmo?
“Cualquiera sea su apariencia, toda vida cuyo centro es el yo, se malgasta. Quienquiera que intente vivir lejos de Dios, está malgastando su sustancia, desperdiciando los años mejores, las facultades de la mente, el corazón y el alma, y labrando su propia bancarrota para la eternidad. El hombre que se separa de Dios para servirse a sí mismo, es esclavo de Mammón.”—Ídem., pág. 158.
Lunes
7 de mayo
2. FUTILIDAD DE LOS PLACERES MUNDANOS
a. ¿Qué situación se desarrolló, y qué fue lo que este joven bien criado debió hacer? Lucas 15:15, 16.
“Sobreviene una gran hambre; él comienza a sentir necesidad y se llega a uno de los ciudadanos de aquel país, quien lo envía al campo a apacentar cerdos. Para un judío ésta era la más mezquina y degradante de las ocupaciones. El joven que se había jactado de su libertad, ahora se encuentra esclavo. Está sometido al peor de los yugos: ‘Detenido... con las cuerdas de su pecado’ (Proverbios 5:22). El esplendor y el brillo que lo ofuscaron han desaparecido, y siente el peso de su cadena.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 157.
b. Como resultado de su dolorosa y humillante experiencia, ¿cómo respondió el hijo pródigo al poder del Espíritu Santo? Lucas 15:17–19.
“El joven se aparta de la piara y los desperdicios, y se dirige hacia su hogar. Temblando de debilidad, y desmayando de hambre, prosigue ansiosamente su camino. No tiene con qué ocultar sus harapos; pero su miseria ha vencido a su orgullo, y se apresura para pedir el lugar de un siervo donde una vez fuera hijo.”—Ídem., pág. 159.
c. ¿Qué lecciones nos da Salomón después de pasar la mayor parte de su vida buscando la felicidad a través de las riquezas y placeres mundanos? Eclesiastés 2:4–12, 17, 18.
“Por medio de su amarga experiencia, Salomón conoció la vanidad de una vida que busca su mayor bien en las cosas terrenales. Erigió altares a dioses paganos sólo para comprender cuán vana es la promesa de descanso que ofrecen al alma.
“En sus últimos años, Salomón se apartó, cansado y sediento, de las resquebrajadas cisternas de la tierra y volvió a beber de la fuente de la vida. Impulsado por el Espíritu de la inspiración, escribió para las generaciones posteriores la historia de sus años malgastados, con sus lecciones de advertencia, y así, aunque su pueblo cosechó el mal que él había sembrado, la obra de la vida de Salomón no se perdió totalmente. Al fin, la disciplina del sufrimiento llevó a cabo en él su obra.”—La Educación, págs. 153, 154.
Martes
8 de mayo
3. LA DEMOSTRACIÓN DEL AMOR DE UN PADRE
a. Cuando el hijo pródigo puso su fe en acción, ¿qué descubrió al acercarse a su casa? Lucas 15:20, 21.
“En su juventud inquieta el hijo pródigo juzgaba a su padre austero y severo. ¡Cuán diferente su concepto de él ahora!”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 160.
b. ¿Cómo el padre demostró el amor y el interés que siempre había sentido hacia su hijo errante? Lucas 15:22–24.
“El padre no había de permitir que ningún ojo despreciativo se burlara de la miseria y los harapos de su hijo. Saca de sus propios hombros el amplio y rico manto y cubre la forma exangüe de su hijo, y el joven solloza arrepentido, diciendo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo’ (Lucas 15:21). El padre lo retiene junto a sí, y lo lleva a la casa. No se le da oportunidad de pedir el lugar de un siervo. Él es un hijo, que será honrado con lo mejor de que dispone la casa, y a quien los siervos y siervas habrán de respetar y servir.”—Ídem., pág. 160.
c. ¿Cuán grande es el gozo de nuestro Padre celestial cuando un alma perdida vuelve a él hoy en día? Sofonías 3:17. ¿Qué orden dará? Zacarías 3:4, 5.
“El pecador recibe el perdón de sus pecados por medio de ese plan [de redención], y finalmente será recibido en el cielo; pero no como un delincuente que es perdonado y dejado en libertad y que sin embargo es objeto de desconfianza y no se le brinda amistad ni se le tiene fe, sino que se le da la bienvenida como a un hijo y se le da de nuevo la más plena confianza...
“Somos salvos porque Dios ama lo que ha sido comprado con la sangre de Cristo, y no sólo perdonará al pecador arrepentido, no sólo le permitirá entrar en el cielo, sino que él, el Padre de misericordia, aguardará en los mismos portales del cielo para darnos la bienvenida, para darnos una amplia entrada en las mansiones de los bienaventurados.”—Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 7, pág. 962.
Miércoles
9 de mayo
4. EL AMOR DEL PADRE POR EL PECADOR
a. ¿Cuál es la actitud de las huestes celestiales cuando un pecador vuelve a Dios? Lucas 15:7.
“El hombre caído ha de aprender que nuestro Padre celestial no puede estar satisfecho hasta que su amor circunde al pecador arrepentido, transformado por los méritos del inmaculado Cordero de Dios.”—La Maravillosa Gracia de Dios, pág. 99.
b. ¿Cuán profundo es el amor de Dios por el hombre, y qué le lleva a hacer? Jeremías 31:3; Juan 3:16; 12:32.
“Cuando el pecador está aún lejos de la casa de su padre desperdiciando su hacienda en un país extranjero, el corazón del Padre se compadece de él; y cada deseo profundo de volver a Dios, despertado en el alma, no es sino la tierna invitación de su Espíritu, que insta, ruega y atrae al extraviado al seno amorosísimo de su Padre.
“Con tan preciosas promesas bíblicas delante de vosotros, ¿podéis dar lugar a la duda? ¿Podéis creer que cuando el pobre pecador desea volver, desea abandonar sus pecados, el Señor le impide decididamente que venga arrepentido a sus pies? ¡Fuera con tales pensamientos! Nada puede destruir más vuestra propia alma que tener tal concepto de vuestro Padre celestial. El aborrece el pecado, mas ama al pecador, habiéndose dado, en la persona de Cristo, para que todos los que quieran puedan ser salvos y tener bendiciones eternas en el reino de gloria.”—El Camino a Cristo, págs. 54, 55.
c. ¿Cómo desea Dios manifestar este amor en nuestra propia vida hoy? 1 Juan 4:20, 21.
“Mientras que el principio celestial del amor eterno llena el corazón, fluirá a los demás, no simplemente porque se reciban favores de ellos, sino porque el amor es el principio de acción y modifica el carácter, gobierna los impulsos, domina las pasiones, subyuga la enemistad y eleva y ennoblece los afectos. Este amor no se reduce a incluir solamente ‘a mí y a los míos’, sino que es tan amplio como el mundo y tan alto como el cielo, y está en armonía con el de los activos ángeles. Este amor, albergado en el alma, suaviza la vida entera, y hace sentir su influencia en todo su alrededor.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 4, pág. 221.
Jueves
10 de mayo
5. UNA ADVERTENCIA A LOS QUE SE CREEN JUSTOS
a. ¿Cuál era el mayor interés del hijo mayor, que estaba lleno de justicia propia? Lucas 15:29, 30. ¿Qué clase de gente representa?
“El hijo mayor representaba a los impenitentes judíos del tiempo de Cristo, y también a los fariseos de todas las épocas que miran con desprecio a los que consideran como publicanos y pecadores. Por cuanto ellos mismos no han ido a los grandes excesos en el vicio, están llenos de justicia propia... Como el hijo mayor de la parábola, tenían privilegios especiales otorgados por Dios. Decían ser hijos en la casa de Dios, pero tenían el espíritu del mercenario. Trabajaban no por amor, sino por la esperanza de la recompensa.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, págs. 164, 165.
b. ¿Cuál fue la súplica del padre al hermano mayor? Lucas 15:31, 32.
“La amonestación del padre de la parábola al hijo mayor, era una tierna exhortación del cielo a los fariseos. ‘Todas mis cosas son tuyas’ (Lucas 15:31), —no como pago, sino como don. Como el pródigo, las podéis recibir solamente como la dádiva inmerecida del amor del Padre.
“La justificación propia no solamente induce a los hombre a tener un falso concepto de Dios, sino que también los hace fríos de corazón y criticones para con sus hermanos. El hijo mayor, en su egoísmo y celo, estaba listo para vigilar a su hermano, para criticar toda acción, y acusarlo por la menor deficiencia. Estaba listo para descubrir cada error, y agrandar todo mal acto. Así trataría de justificar su propio espíritu no perdonador. Muchos están haciendo lo mismo hoy día. Mientras el alma está soportando sus primeras luchas contra el diluvio de tentaciones, ellos se mantienen porfiados, tercos, quejándose, acusando.”—Ídem., pág. 165.
Viernes
11 de mayo
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL
1. ¿Qué lección es dada por la parábola del hijo pródigo?
2. ¿Cómo una vida de pecado es en realidad una vida de esclavitud?
3. ¿Cómo recibe Dios al pecador que regresa a él?
4. ¿Cómo el Padre atrae al pecador hacía sí mismo?
5. ¿Cómo podemos ser como el hijo mayor de esta parábola?