Domingo
14 de marzo
1. AMARGOS EFECTOS DEL PECADO
a. Explica los cambios que ocurrieron después del pecado de David. Proverbios 6:32, 33.
“Aunque David se arrepintió de su pecado, y fue perdonado y aceptado por el Señor, cosechó la funesta mies de la siembra que él mismo había sembrado. Los juicios que cayeron sobre él y sobre su casa atestiguan cuanto aborrece Dios al pecado…
“La transgresión de David había cambiado su relación con Dios. En ninguna forma podía el Señor sancionar la iniquidad. No podía ejercitar su poder para proteger a David de los resultados de su pecado como le había protegido de la enemistad de Saúl.
“Se produjo un gran cambio en David mismo. Quebrantaba su espíritu la comprensión de su pecado y de sus abarcantes resultados. Se sentía humillado ante los ojos de sus súbditos. Su influencia sufrió menoscabo. Hasta entonces su prosperidad se había atribuido a su obediencia concienzuda a los mandamientos del Señor. Pero ahora sus súbditos, conociendo el pecado de él, podrían verse inducidos a pecar más libremente. En su propia casa, se debilitó su autoridad y su derecho a que sus hijos le respetasen y obedeciesen. Cierto sentido de su culpabilidad le hacía guardar silencio cuando debiera haber condenado el pecado; y debilitaba su brazo para ejecutar justicia en su casa. Su mal ejemplo influyó en sus hijos, y Dios no quiso intervenir para evitar los resultados. Permitió que las cosas tomaran su curso natural, y así David fue castigado severamente.”—Patriarcas y Profetas, pág. 782.
Lunes
15 de marzo
2. MALDAD EN LOS HIJOS
a. ¿Qué está escrito sobre Amnón, el primogénito de David? 2 Samuel 13:1, 2, 10–16. ¿Por qué David fue negligente en hacer cumplir la sentencia en relación con el acto violento de Amnón? Versículo 21; Romanos 2:1.
“David dejó pasar desapercibido el crimen vergonzoso de Amnón, el primogénito, sin castigarlo ni reprenderlo. La ley castigaba con la muerte al adúltero, y el crimen desnaturalizado de Amnón le hacía doblemente culpable. Pero David, sintiéndose él mismo condenado por su propio pecado, no llevó al delincuente a la justicia.”—Patriarcas y Profetas, pág. 787.
b. ¿Qué debemos comprender sobre la forma en que Amnón debió ser llevado ante la justicia? 2 Samuel 13:28, 29, 32; Proverbios 29:15.
“Como a otros de los hijos de David, a Amnón se le había permitido acostumbrarse a satisfacer sus gustos y apetitos egoístas. Había procurado conseguir todo lo que pensaba en su corazón, haciendo caso omiso de los mandamientos de Dios. A pesar de su gran pecado, Dios lo había soportado mucho tiempo. Durante dos años, le había dado oportunidad de arrepentirse; pero continuó en el pecado, y cargado con su culpa fue abatido por la muerte, a la espera del terrible tribunal del juicio…
“Cuando los padres o los gobernantes descuidan su deber de castigar la iniquidad, Dios mismo toma el caso en sus manos. Su poder refrenador se desvía hasta cierta medida de los instrumentos del mal, de modo que se produzca una serie de circunstancias que castigue al pecado con el pecado.”—Ibíd., págs. 787, 788.
c. ¿Cómo manejó David el crimen de Absalón? 2 Samuel 13:38, 39; 14:21–24, 28.
“David, creyendo que el crimen de su hijo exigía algún castigo, le negó permiso para regresar…
“Aunque amaba tiernamente a este hijo hermoso y tan bien dotado, creyó necesario manifestar su aborrecimiento por su crimen, como una lección tanto para Absalón como para el pueblo. Absalón vivió durante dos años en su propia casa, pero alejado de la corte.”—Ibíd., págs. 788, 789.
Martes
16 de marzo
3. CARISMA, ENCANTO… Y TRAICIÓN
a. ¿Qué factores hacían a Absalón atractivo para el pueblo, y cómo los usó astutamente a su favor mientras paso a paso el desprevenido rey le daba la bienvenida? 2 Samuel 14:25, 26; 15:1–6.
“Su hermana vivía con él [Absalón], y la presencia de ella mantenía vivo el recuerdo del agravio irreparable que ella había sufrido… No fue prudente de parte del rey dejar a un hombre del carácter de Absalón, ambicioso, impulsivo y apasionado, para que cavilara durante dos años sobre supuestos agravios. Y la acción de David, al permitirle regresar a Jerusalén, y sin embargo, negarse a admitirle en su presencia, le granjeó al hijo la simpatía del pueblo.
“David, que recordaba siempre su propia transgresión de la ley de Dios, parecía estar moralmente paralizado; se revelaba débil e irresoluto mientras que antes de su pecado había sido valeroso y decidido. Había disminuido su influencia con el pueblo…
“Gracias a la influencia de Joab, Absalón fue nuevamente admitido en la presencia de su padre; pero aunque exteriormente hubo reconciliación, él continuó con sus proyectos ambiciosos. Asumió una condición casi de realeza, haciendo que carros y caballos, y cincuenta hombres, corrieran delante de él adondequiera que fuera. Y mientras que el rey se inclinaba cada vez más al deseo de retraimiento y soledad, Absalón buscaba con halagos el favor popular.
“La influencia de la irresolución y apatía de David se extendía a sus subordinados; la negligencia y la dilación caracterizaban la administración de la justicia. Arteramente, Absalón sacaba ventaja de toda causa de desafecto. Día tras día, se podía ver a ese hombre de semblante noble a la puerta de la ciudad, donde una multitud de suplicantes aguardaba para presentarle sus agravios en procura de que fuesen reparados. Absalón se rozaba con ellos, oía sus agravios, y expresaba cuánto simpatizaba con ellos por sus sufrimientos y cuánto lamentaba la falta de eficiencia del gobierno. [Se cita 2 Samuel 15:3, 5.]
Fomentado por las arteras insinuaciones del príncipe, el descontento con el gobierno cundía rápidamente. Todos los labios alababan a Absalón. Se le tenía generalmente por heredero del trono; el pueblo lo consideraba con orgullo digno del alto puesto, y se encendió el deseo de que él ocupara el trono. [Se cita 2 Samuel 15:6.] No obstante, el rey, cegado por el amor a su hijo, no sospechaba nada. La condición de realeza que Absalón había asumido era considerada por David como destinada a honrar su corte.”—Patriarcas y Profetas, págs. 789–791.
Miércoles
17 de marzo
4. YENDO HACIA LA CRISIS
a. Explica el hipócrita complot de Absalón. 2 Samuel 15:7–12; Salmo 55:21.
“El acto culminante de hipocresía de Absalón tenía por objeto no sólo cegar al rey, sino también afirmar la confianza del pueblo, y seguir incitándolo a la rebelión contra el rey que Dios había escogido.”—Patriarcas y Profetas, pág. 791.
b. Relata las alarmantes noticias que le dieron a David y los pasos estratégicos que tomó. 2 Samuel 15:13–17. ¿Cuál fue su noble objetivo al tomar esta acción?
“En su gran peligro, David sacudió la depresión que por tanto tiempo le había embargado, y con el ánimo de sus años mozos se preparó para hacer frente a esta terrible emergencia. Absalón estaba reuniendo sus fuerzas en Hebrón, a una distancia de sólo treinta kilómetros. Pronto estarían los rebeldes a las puertas de Jerusalén.
“Desde su palacio, David contemplaba su capital, ‘hermosa provincia, el gozo de toda la tierra,… la ciudad del gran Rey.’ Salmos 48:2. Le estremecía el pensamiento de exponerla a la carnicería y a la devastación. ¿Debía llamar en su auxilio a los súbditos que seguían leales al trono, y resistir para conservar la capital? ¿Debía permitir que Jerusalén fuera bañada en sangre? Tomó su decisión. Los horrores de la guerra no caerían sobre la ciudad escogida. Abandonaría Jerusalén, y luego probaría la fidelidad de su pueblo, dándole una oportunidad de reunirse para apoyarle. En esta gran crisis, era su deber hacia Dios y hacia su pueblo mantener la autoridad de la cual el Cielo le había investido. Confiaría a Dios la resolución del conflicto.”—Ibíd., pág. 792.
c. En esta trágica hora, ¿cómo fue consolado David, especialmente por la fe de hombres como Itai el geteo? Versículos 18–23; Miqueas 7:8.
“David, con su altruismo característico, no podía consentir que estos extranjeros, que habían buscado su protección, participasen en su calamidad… Estos hombres habían sido convertidos del paganismo al culto de Jehová, y ahora probaban noblemente su fidelidad a su Dios y a su rey. Con corazón agradecido, David aceptó la devoción de ellos en su causa que aparentemente se hundía.”—Ibíd., pág. 793.
Jueves
18 de marzo
5. NOBLEZA EN EL SUFRIMIENTO
a. Aunque David anhelaba mantener el arca sagrada de Dios con él, ¿qué decisión desinteresada tomó? 2 Samuel 15:24–29.
“Como soberano designado para regir la herencia de Dios, le incumbía una solemne responsabilidad… Sin autorización divina, ni los sacerdotes ni el rey tenían derecho a remover de su lugar el símbolo de su presencia. Y David sabía que su corazón y su vida debían estar en armonía con los preceptos divinos; de lo contrario el arca sería un instrumento de desastre antes que de éxito. Recordaba siempre su gran pecado. Reconocía en esta conspiración el justo castigo de Dios.”—Patriarcas y Profetas, pág. 793.
b. ¿Cómo puede cada pecador ser consolado por la esperanza que David expresó en esta hora tenebrosa? Versículo 30; 16:5–12; Salmo 3:1–3.
“David no formuló quejas. Su salmo más elocuente lo cantó cuando subía el Monte de los Olivos [Salmo 3].”—Conflicto y Valor, pág. 181.
“Cuando David subió al monte de los Olivos,… el Señor lo miró compasivamente. David iba vestido de cilicio, y la conciencia lo atormentaba. Demostraba su contrición por las señales visibles de la humillación que se imponía. Con lágrimas y corazón quebrantado presentó su caso a Dios, y el Señor no abandonó a su siervo. Jamás estuvo David tan cerca del amor infinito como cuando, hostigado por la conciencia, huyó de sus enemigos, incitados a rebelión por su propio hijo.”—El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 15.
Viernes
19 de marzo
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL
1. ¿Por qué la fortaleza habitual de David parecía estar bajo un estupor paralizante?
2. ¿Cómo podemos evitar la repetición de los errores de la vida familiar de David?
3. ¿Qué factores pueden desencadenar un Absalón en la iglesia?
4. Relata algunas evidencias de la nobleza de David durante este período.
5. ¿Por qué David podía confiar en Dios incluso en este momento tan angustioso?