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Sabbath Bible Lessons

Lecciones de la Vida de David

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Lección 6 Sábado, 6 de febrero de 2021

David y Saúl

“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” (Salmo 27:1).

“Los que son fieles a Dios no necesitan temer el poder de los hombres ni la enemistad de Satanás.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 322.

Lectura adicional:   El Ministerio de Curación, págs. 385–394. 

Domingo 31 de enero

1. EN EL DESIERTO DE ZIF

a. Describe la actitud de David hacia su agresor. 1 Samuel 26:2, 7–16.

“Cuando Saúl fue puesto reiteradamente bajo el poder [de David], y sus seguidores querían matarlo, David no les permitió hacerlo, aunque él temía constantemente por su propia vida, y era perseguido como una bestia salvaje por Saúl.”—Spiritual Gifts, tomo 4A, pág. 91.

b. ¿Por qué Saúl era tan peligroso, incluso ahora? Versículos 17–21.

“A veces, después que los hombres de mente corrompida se dedicaron a hacer y decir cosas inicuas contra los siervos del Señor, se arraiga en su mente la convicción de que obraban mal. El Espíritu del Señor contiende con ellos, y humillan su corazón ante Dios y ante aquellos cuya influencia procuraron destruir, y es posible que cambien de conducta para con ellos. Pero cuando vuelven a abrir las puertas a las sugestiones del maligno, reviven las antiguas dudas, la vieja enemistad se despierta, y vuelven a dedicarse a la misma obra de la cual se habían arrepentido, y que por algún tiempo abandonaron. Vuelven a entregarse a la maledicencia, acusando y condenando en forma acérrima a los mismos a quienes habían hecho la más humilde confesión. A las tales personas Satanás puede usarlas, después que adoptaron esa conducta, con mucho más poder que antes.”—Patriarcas y Profetas, pág. 719.


Lunes 1 de febrero

2. EL MAL DE LA ENVIDIA

a. ¿Hasta qué punto la respuesta de Saúl a la misericordia de David podría ser confiable, y por qué? 1 Samuel 26:23–25; 27:1.

“Este segundo caso en que David respetaba la vida de su soberano hizo una impresión aún más profunda en la mente de Saúl, y arrancó de él un reconocimiento más humilde de su falta. Le asombraba y subyugaba la manifestación de tanta bondad… Pero el hijo de Isaí no tenía esperanza de que él siguiera por mucho tiempo en esta actitud.”—Patriarcas y Profetas, pág. 727.

“[Saúl] escuchó a cada falso testigo, recibió con avidez cualquier cosa que fuera en contra del carácter de David, esperando poder hallar una excusa para manifestar su envidia y odio crecientes dirigidos contra quien había sido ungido para ocupar el trono de Israel. Dio crédito a cada rumor por inconsistente e irreconciliable que fuera con el carácter que ya antes había formado David y con sus hábitos de vida.”—Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 2, pág. 1013.

b. Explica cómo la envidia que arruinó la vida de Saúl es una causa común de desdicha en muchos hoy en día. Proverbios 14:30 (última parte); 27:4.

“La envidia hacía a Saúl desgraciado, y ponía en peligro al humilde súbdito de su trono. ¡Cuánto daño indecible ha producido en nuestro mundo este mal rasgo de carácter!... La envidia es hija del orgullo, y si se la abriga en el corazón, conducirá al odio, y eventualmente a la venganza y al homicidio. Satanás ponía de manifiesto su propio carácter al excitar la furia de Saúl contra aquel que jamás le había hecho daño.”—Patriarcas y Profetas, pág. 706.

“La envidia y los celos son como dos hermanas que se combinan en su actividad. La envidia llevará a un hombre a desear algún bien que otro posea, y le impulsará a usar todos los medios a su alcance para derribar y dañar el carácter y la reputación de aquel en cuyo lugar desea estar. Se difunden falsedades, habladurías y calumnias, y todo lo que se pueda utilizar será empleado para poner al hombre envidiado en una situación desfavorable ante el pueblo. Los celos llevan a un hombre a sospechar que otro busca privarle de ventajas y posición. Saúl tenía tanto envidia como celos.”—The Signs of the Times, 2 de noviembre, 1888.


Martes 2 de febrero

3. APRESURÁNDOSE CUESTA ABAJO

a. Además de la envidia, nombra otra característica de Saúl a evitar. Juan 12:43.

“Uno de los mayores defectos del carácter de Saúl era su amor al favor popular y al ensalzamiento. Este rasgo había ejercido una influencia dominante sobre sus acciones y pensamientos; todo llevaba la marca indeleble de su deseo de alabanza y ensalzamiento propio. Su norma de lo bueno y lo malo era la norma baja del aplauso popular. Ningún hombre está seguro cuando vive para agradar a los hombres, y no busca primeramente la manera de obtener la aprobación de Dios.”—Patriarcas y Profetas, pág. 704.

b. ¿Qué destino, derivado de la trágica experiencia de Saúl, debería hacer que toda alma temerosa de Dios se sienta amonestada? Proverbios 26:24–27.

“No era a David —quien no le había hecho daño alguno— contra quien luchaba el rey; estaba en conflicto con el Rey del cielo, pues cuando se permite a Satanás que controle la mente que no quiere ser regida por Jehová, él la conduce de acuerdo con su voluntad, hasta que la persona que así queda en su poder se convierte en un instrumento eficaz para llevar a cabo sus designios. La enemistad del gran originador del pecado es tan acerba contra los propósitos de Dios, tan terrible es su poder para el mal, que cuando los hombres se apartan de Dios, Satanás influye en ellos y su mente queda cada vez más subyugada, hasta que eliminan el temor de Dios y el respeto por sus prójimos, y se vuelven osados y manifiestos enemigos de Dios y de su pueblo.”—Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 2, pág. 1013.

c. ¿Cómo la amargura de Saúl actuó contra sí mismo y afectó a toda la nación? Salmo 52:2–5; Isaías 3:12 (segunda mitad).

“¡Qué ejemplo dio Saúl a los súbditos de su reino con su desesperada e injusta persecución de David! ¡Qué registro estaba permitiendo que se colocara para las generaciones futuras en las páginas de la historia! Procuró volcar toda la marea del poder de su reino dentro del canal de su propio odio al perseguir a un inocente. Todo esto tuvo una influencia desmoralizadora sobre Israel.”—Ídem.


Miércoles 3 de febrero

4. REVELANDO LA RAÍZ

a. ¿Cuál es la fuente real de la envidia? Lucas 4:5–8; Mateo 27:17, 18, 29–31.

“La traición, el juicio y la crucifixión de Cristo fueron planeados por el enemigo caído. Su odio, manifestado en la muerte del Hijo de Dios, colocó a Satanás donde su verdadero carácter diabólico fue revelado a todas las inteligencias creadas que no habían caído por el pecado.

“Los santos ángeles se horrorizaron al ver que uno de ellos podía caer tan bajo como para ser capaz de semejante crueldad.”—The Spirit of Prophecy, tomo 3, pág. 183.

b. Describe las distintas tácticas del enemigo contra nosotros actualmente. Santiago 3:14–16.

“Es la obra de Satanás tentar las mentes. Insinuará sus sugestiones arteras y agitará dudas, cuestionamientos, incredulidad y desconfianza de las palabras y acciones del que lleva responsabilidades y que está tratando de implementar los planes de Dios en sus labores. Es el propósito especial de Satanás volcar sobre y alrededor de los siervos elegidos de Dios, dificultades, perplejidades y oposición, de modo que se vean obstaculizados en su trabajo y, que si es posible, se desanimen. Los celos, las luchas y las conjeturas malignas contrarrestarán, en gran medida, los mejores esfuerzos que los siervos de Dios, asignados a una obra especial, sean capaces de realizar.

“El plan de Satanás es sacarlos del puesto del deber trabajando mediante sus agentes. Usará como sus instrumentos a todos los que pueda instigar a albergar desconfianza y sospechas… Hay en la naturaleza del hombre, cuando no está bajo la influencia directa del Espíritu de Dios, una inclinación a la envidia, los celos y la desconfianza cruel, la cual, si no es subyugada, conducirá a un deseo de socavar y denigrar a otros, mientras que espíritus egoístas tratarán de afirmarse en ellos mismos sobre sus ruinas.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 3, págs. 376, 377.

“Nos esperan tiempos peligrosos. El espíritu de destrucción y de violencia aumenta en el mundo. Y en la iglesia, el poder humano se vuelve predominante; aquellos a quienes se han confiado posiciones de confianza piensan que tienen derecho a dominar.

“Los hombres a quienes el Señor llama para ocupar cargos importantes en su obra deben cultivar un sentimiento de humilde dependencia de él. No deben tratar de abarcar demasiada autoridad; porque Dios no los ha llamado a dominar, sino a hacer planes en cooperación con sus compañeros de labor. Todo obrero debe considerarse sujeto a los requerimientos y las instrucciones de Dios.”—Ibíd., tomo 9, pág. 216.


Jueves 4 de febrero

5. ESPERANZA EN MEDIO DE LA TORMENTA

a. A diferencia de Saúl, ¿cómo podemos ser inspirados por la actitud de David en el desierto, incluso en sus tiempos más descorazonadores? Salmos 27:1–3; 59:1–3, 17.

“David compuso muchos de los salmos en el desierto, al cual se vio obligado a huir por seguridad… Mientras David pasaba así por severas pruebas y dificultades, manifestó una confianza inquebrantable en Dios, y estaba especialmente imbuido de su Espíritu al componer sus cánticos que relatan sus peligros y liberaciones, atribuyendo alabanza y gloria a Dios, su misericordioso preservador. En estos salmos se ve un espíritu de fervor, devoción y santidad.”—The Spirit of Prophecy, tomo 1, págs. 386, 387.

b. ¿Qué esperanza animó el corazón de David en la cueva, y cómo puede esta esperanza reflejarse también en nuestra vida? Salmos 142:1–7; 31:23, 24.

“No debéis sorprenderos si no es placentero todo lo que hay en el camino hacia el cielo… Avanzad diariamente pronunciando la oración de David: ‘Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen’. En todos los caminos de la vida hay peligros, pero estamos seguros si seguimos donde el Maestro nos guía, confiando en Aquel cuya voz oímos que nos dice: ‘Sígueme’.”—Comentario Bíblico ASD, [Comentarios de E. G. de White], tomo 3, pág. 1161.


Viernes 5 de febrero

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL

1. ¿Cómo puedo cultivar un espíritu semejante al de David hacia aquellos que puedan odiarme?

2. ¿En qué se diferencian los celos de la envidia, y por qué debo evitar cualquiera de los dos?

3. ¿Qué llevó a Saúl a recurrir a tal determinación para destruir a su rival?

4. Explica cómo Satanás usa la envidia como un arma contra el pueblo de Dios hoy en día.

5. Al igual que Dios hizo con David en la cueva, ¿cómo me ha consolado a menudo?

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