Back to top

¿Se preocupa Dios por lo que vestimos?

Después que Adán y Eva pecaron, cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales para ocultar su desnudez pues no querían ver a Dios en ese estado. (Génesis 3:7-10). Sin embargo, un delantal sólo cubre parte del cuerpo. Por este motivo, Dios les hizo túnicas de pieles, y los vistió (Génesis 3:21). Cuando Israel recibió instrucciones y requisitos que debían obedecer, se incluyen detalles en la vestimenta. Por ejemplo, se debía colocar unas “franjas de azul” en todo el borde de sus vestidos con el fin de recordarles, cuando lo vieran, todos los mandamientos de Dios, para ponerlos por obra (Números 15:38-40). También se da detalles en cuanto a las prendas que los sacerdotes utilizaban para presentarse ante él en el servicio del santuario. Estas prendas incluían “Calzoncillos de lino” que se colocaban debajo de los vestidos sacerdotales para “cubrir su desnudez” (Éxodo 28).

 

Según el apóstol Pablo, “todas estas cosas” están escritas para nuestra “advertencia”. ¿Quiénes constituyen el Israel de Dios en estos últimos días? Los Cristianos (Romanos 2:28,29). El principio fundamental que trata este aspecto es, que el pueblo de Dios debe vestirse para representar correctamente a Dios ante el mundo, y no parcialmente cubriendo sus cuerpos con “delantales” que muestran su desnudez. La desnudez se identifica con el pecado y la vergüenza (2 Crónicas 28:19; Hebreos 2:15, 16; Esther 4:2; Apocalipsis 16:15). No se debe usar ropa del sexo opuesto, pues trae confusión (Deuteronomio 22:5). En vista del tiempo en que vivimos podemos apreciar que los estilos de vestir para hombres y mujeres muestran un alejamiento de los principios bíblicos y una enseñanza de estos incompleta. El tercer capítulo de Isaías es particularmente interesante sobre este tema. Dios estaba disgustado con las “hijas de Sión” a causa de su devoción a la moda inadecuada. En el Nuevo Testamento, la instrucción es aún más precisa:

 

“Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad” (1 Timoteo 2: 9, 10).

 

“Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios”(1 Pedro 3:3, 4).

 

Dios no se limita a dar instrucciones negativas a su pueblo. No, sino que da instrucciones para su protección física, moral y espiritual porque El los ama grandemente.

 

¿De qué manera debemos vestir? De una manera Simple. La elección de las prendas de vestir de buen material, modesto en longitud y diseño, no llamativo. Los hombres y las mujeres deben ser ordenados, atractivos y estar cómodos. Consideremos que siempre estamos en la presencia de Dios. Debemos cultivar buenos hábitos de carácter y un vestuario apropiado para el cielo a través del poder de Jesús “para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez” (Apocalipsis 3:18).

 

*Content image: Priest with sacrifice - Bible Masterpieces/Joe Maniscalco