Back to top

The Reformation Herald Online Edition

Un Mensaje para los Últimos Días

Editorial
UN MENSAJE PARA LOS ÚLTIMOS DÍAS?

Imagina esta escena: El Espíritu Santo ha sido derramado sobre la iglesia primitiva con el abundante poder de la lluvia temprana. Pedro y Juan están en la puerta del templo, donde, en nombre de Jesucristo de Nazaret, Pedro ha ordenado a un hombre cojo de nacimiento que se levante y camine. Lo toma de la mano y el hombre empieza a caminar, a saltar y a alabar a Dios.

Por supuesto que este acontecimiento milagroso causa conmoción entre la gente, pues saben que esa persona era la que se sentaba a pedir limosna. Ahora Pedro da toda la gloria al Dios de Abrahán, Isaac y Jacob, y les explica acerca del Santo, el Príncipe de la vida. Revela cómo, gracias al nombre de Jesús, el cojo fue fortalecido mediante la fe en …l. Entonces Pedro proclama con valentía la realidad de que han negado al Señor ante las autoridades romanas y han preferido a un asesino (Barrabás) antes que al Ungido de Dios. Luego afirma que han incurrido en esta culpa por ignorancia, pero además revela que el sufrimiento de Cristo fue un cumplimiento de la profecía.

Pero, ¿qué deben hacer ahora? Y las palabras resuenan:

“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo” (Hechos 3:19–21).

¿POR QUÉ ES ESTE UN MENSAJE PARA LOS ÚLTIMOS DÍAS?

En el contexto, es evidente que esta declaración se hizo poco después de la ascensión de Cristo. Sin embargo, existe una secuencia de acontecimientos para los cristianos a partir de ese momento:

1. Arrepentíos—ahora

2. Convertíos—ahora

3. Para que vuestros pecados (en lugar de vuestros nombres) sean borrados.

4. ¿Cuándo? En el tiempo del juicio investigador antes del regreso de Cristo, cuando vengan los tiempos de refrigerio—el poder del Espíritu Santo en la lluvia tardía—que serán derramados sin medida.

5. Entonces el Cielo enviará a Jesucristo. ¿Por qué no antes? Jesús permanecerá en las cortes celestiales hasta que cada principio de Su ley moral sea restaurado en los corazones humanos—en todos aquellos que se rindan a Su voluntad aceptándolo de todo corazón, por completo.

“En ocasión de la transfiguración, Jesús fue glorificado por su Padre. Le oímos decir: ‘Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él’. Juan 13:31. Así, antes de su entrega y crucifixión, fue fortalecido para sus últimos terribles sufrimientos. Al acercarse los miembros del cuerpo de Cristo al período de su último conflicto, al ‘tiempo de angustia de Jacob’, crecerán en Cristo y participarán en amplia medida de su Espíritu. Al crecer el tercer mensaje hasta ser un fuerte pregón, cuando acompañe a la obra final gran poder y gloria, los hijos de Dios participarán de aquella gloria. La lluvia tardía será lo que los fortalecerá y reavivará para atravesar el tiempo de angustia. Sus rostros resplandecerán con la gloria de aquella luz que acompaña al tercer ángel.”1

¿Es tiempo de que Jesús venga? Ciertamente. ¿Cómo podemos estar preparados? Los pasos de Hechos 3:19–21 son claros. ¡Asimilemos profundamente este mensaje para los últimos días durante esta Semana de Oración y apliquémoslo diligentemente a nuestros corazones!

Referencia:
1 Testimonios para la Iglesia, tomo 1, p. 315.