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The Reformation Herald Online Edition

Un Mensaje para los Últimos Días

Miércoles, 11de diciembre de 2024
El Borrado de los Pecados
[…nfasis añadido en todo el texto.]
Jethro M. Sithole — Sudáfrica

“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados” (Isaías 43:25). Borrar significa eliminar completamente sin dejar rastro, hacer desaparecer o eliminar de la existencia o de la memoria.

La seguridad que Dios nos transmite a través del profeta Isaías significa que “a todos los que se hayan arrepentido verdaderamente de su pecado, y que hayan aceptado con fe la sangre de Cristo como su sacrificio expiatorio, se les ha inscrito el perdón frente a sus nombres en los libros del cielo; como llegaron a ser partícipes de la justicia de Cristo y su carácter está en armonía con la ley de Dios, sus pecados serán borrados, y ellos mismos serán juzgados dignos de la vida eterna.”1 Consideremos, pues, en profundidad, por qué es necesario que los pecados sean borrados.

LA DESOBEDIENCIA Y LA MANCHA DEL PECADO

Luego que el hombre desobedeció la ley de Dios en el Edén, “después de su transgresión, desapareció de Adán el halo de gloria que Dios le había dado cuando era santo, y que lo cubría como un manto. La luz de la gloria de Dios no podía cubrir la desobediencia y el pecado. En lugar de la salud y de la plenitud de las bendiciones, la pobreza, la enfermedad y los sufrimientos de todo tipo habían de ser la suerte de los hijos de Adán.”2 Trágicamente, el hombre perdió grandes privilegios a cambio de las manchas del pecado.

“Satanás logró la caída del hombre, y desde entonces su tarea ha consistido en borrar en él la imagen de Dios, y estampar en los corazones humanos su propia imagen.”3

“Antes que el pecado entrara en el mundo, Adán gozaba de libre trato con su Creador; pero desde que el hombre se separó de Dios por causa del pecado, aquel gran privilegio le ha sido negado a la raza humana. No obstante, el plan de redención abrió el camino para que los habitantes de la tierra volvieran a relacionarse con el cielo.”4

EL ASOMBROSO AMOR DE DIOS POR LA HUMANIDAD

La muerte de Adán y Eva a causa de la desobediencia era segura. Si no hubiera sido por el plan de salvación, habrían muerto inmediatamente después de comer el fruto prohibido.

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). La profundidad del amor de Dios expresada en las palabras, “Porque de tal manera amó Dios al mundo” (Juan 3:16), puede entenderse mejor a través de la asombrosa revelación de que el Cordero de Dios fue “inmolado desde el principio del mundo” (Apocalipsis 13:8).

Movido por el amor que existía incluso antes de nuestra creación, Dios hizo una promesa de enemistad contra el maligno (ver Génesis 3:15). “Mientras [esta promesa] predecía la lucha entre el hombre y Satanás, declaraba que el poder del gran adversario sería finalmente destruido.”5

“Ninguno sino Cristo podía salvar al hombre de la maldición de la ley, y colocarlo otra vez en armonía con el Cielo.”6 El asombroso amor de Dios se manifestó a través del plan de salvación a fin de restaurar Su plan perfecto para la raza humana. El Señor instituyó los servicios de sacrificios para revelar visualmente Su plan de salvación.

SÍMBOLOS Y MONUMENTOS DE LA EXPIACIÓN DE CRISTO

La expiación es la reconciliación de Dios con la humanidad mediante la muerte sacrificial de Cristo. Tras declarar el plan de salvación a Adán y Eva, Dios reemplazó la vestidura de luz y los delantales de hojas de higuera por túnicas de pieles, que simbolizan el manto de la justicia de Cristo y la vestimenta de salvación. Para confeccionar esos abrigos fue necesario un sacrificio, pues “sin derramamiento de sangre no se hace remisión” (Hebreos 9:22), prefigurando el sacrificio de Cristo en la cruz.

Desde el altar construido por Abrahán en la tierra de Moriah para ofrecer a Isaac como sacrificio, hasta el templo construido por Salomón en el monte Moriah para la presencia de Dios y los sacrificios de sangre de animales a lo largo de los siglos, han sido evidentes los símbolos y monumentos que proclaman la eficacia de la sangre de Cristo para borrar los pecados del hombre (Génesis 22:2; 2 Crónicas 3:1). “La correcta comprensión del ministerio del santuario celestial es el fundamento de nuestra fe.”7

EL SANTUARIO

“La palabra ‘santuario,’ tal cual la usa la Biblia, se refiere, en primer lugar, al tabernáculo que construyó Moisés, como figura o imagen de las cosas celestiales; y, en segundo lugar, al ‘verdadero tabernáculo’ en el cielo, que era prefigurado por el santuario terrenal.”8

Durante su viaje a Canaán, Dios ordenó a Israel a través de Moisés que le hiciera un santuario, para que …l pudiera habitar entre ellos (…xodo 25:8). “Dios presentó ante Moisés en el monte una visión del santuario celestial, y le ordenó que hiciera todas las cosas de acuerdo con el modelo que se le había mostrado.”9

El santuario terrenal o tabernáculo estaba compuesto por el atrio, el lugar santo y el lugar santísimo, que representaban la obra profetizada de Cristo desde su nacimiento hasta el acto de borrar los pecados.

1. El atrio (…xodo 27:9–18), la zona que rodeaba el tabernáculo y en la que se sacrificaban todas las ofrendas, es un símbolo de la tierra donde Jesús, la gran ofrenda antitípica, estaba destinado a morir por nuestros pecados (Juan 12:32, 33).10 La singular entrada al atrio en la que el pecador llevaría su ofrenda por el pecado, nos recuerda la fe en Cristo como único acceso a nuestra relación del pacto con Dios (Juan 10:7, 9). El altar del holocausto (…xodo 27:1–8) junto al cual se derramaba la sangre del sacrificio y se colocaban las cenizas del holocausto (Levítico 6:10; Deuteronomio 12:27) , prefiguraba el derramamiento de la preciosa sangre de Jesús, que eliminaría la maldición del pecado de esta tierra y allanaría el camino para su purificación mediante el fuego (Malaquías 4:1,3).11 La sangre del sacrificio también enseñaba que sólo mediante la sangre de Jesús podemos entrar con confianza en la presencia de Dios dentro del santuario (Hebreos 10:19, 20). La fuente de bronce (…xodo 30:17–21) situada entre la entrada del patio y el tabernáculo, en la que los sacerdotes debían lavarse las manos y los pies antes de entrar en el tabernáculo, es una ilustración apropiada de la verdad enseñada a Nicodemo sobre la purificación espiritual necesaria para entrar en la presencia de Dios, de la que el bautismo es también un símbolo (Juan 3:5).12

2. El tabernáculo estaba dividido en el lugar santo y el lugar santísimo (Hebreos 9:1, 2).

A. El lugar santo tenía el siguiente mobiliario simbólico: El pan de la proposición (…xodo 25:23–30) que encontró su cumplimiento en Jesús, el pan de vida (Juan 6:48, 33, 51).13 El candelabro (…xodo 25:31–40) representaba a la iglesia (Apocalipsis 1:12, 20) que debe sostener la lámpara de la palabra (Salmos 119:105), mientras que el aceite de cada lámpara simbolizaba la obra del Espíritu Santo en la tierra (Zacarías 4:1–6,10 c.f. Apocalipsis 5:6). El altar del incienso (…xodo 30:1–7) representaba la incesante intercesión fragante de Jesús mezclada con nuestras oraciones (Hebreos 7:25; Apocalipsis 8:3, 4).

B. El lugar santísimo (Hebreos 9:3–5) tenía los siguientes muebles y objetos simbólicos: El arca de la alianza (…xodo 25:10–22), símbolo de la presencia divina de Dios.14 Dentro del arca estaban las dos tablas de piedra con los Diez Mandamientos escritos por el dedo de Dios (Deuteronomio 10:4, 5). …stos eran y siguen siendo la expresión del carácter inmutable de Dios.15 El propiciatorio (…xodo 25:17–21), que cubría la ley transgredida, era el lugar donde se manifestaba la presencia visible de Dios (…xodo 25:32; 30:6). Esto representaba la unión de la misericordia y la justicia en el plan de redención y era un símbolo apropiado del trono del gran Dios, que proclama Su nombre como “misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad” (…xodo 34:5–7).16 La vasija con maná (Hebreos 9:4) era un recordatorio del cuidado providencial de Dios cuando hizo llover pan sobre Su pueblo en el desierto para mantener sus vidas (…xodo 16:32, 33). De igual modo, hoy, en Su cuidado por nosotros, Dios ha hecho llover sobre nosotros preciosos rayos de luz sobre la cuestión alimentaria que resultarán una bendición para todos los que los reciban.17 Al compartir esta luz, se abrirán puertas para la predicación del Evangelio. Por lo tanto, el mensaje de salud será la mano derecha del mensaje del tercer ángel.18 La vara de Aarón que brotó (Hebreos 9:4) era un recordatorio para respetar el sistema de orden y liderazgo que Dios había establecido para Su iglesia.19

El santuario terrenal y sus servicios típicos fueron instituidos temporalmente por Dios para enseñar a Israel y a nosotros el sistema de sacrificios, el plan perfecto y completo de salvación y el ministerio de Cristo en el santuario celestial. La muerte de Cristo en la cruz borró las ordenanzas de sacrificios del santuario terrenal y, en consecuencia, carecen de significado en la actualidad (Colosenses 2:14: Hebreos 9:8–14).

EL SACERDOCIO

Existen notables distinciones entre el sacerdocio de Jesús en contraste con el sacerdocio terrenal.

Dios eligió a la tribu de Leví para servir en el sacerdocio del tabernáculo terrenal (Números 1:50; …xodo 28:1; Levítico 21:17–23). Pero Jesús no podía ser un sumo sacerdote en la tierra, “porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio” (Hebreos 7:14). Un sumo sacerdote era elegido de entre su pueblo (Hebreos 5:1). Para que Jesús se convirtiera en el sumo sacerdote de la humanidad en el cielo, “no vino para ayudar a los ángeles, sino a los descendientes de Abraham” (Hebreos 2:16, DHH). A diferencia del sacerdocio levítico, el sacerdocio de Jesús según el orden de Melquisedec no tiene principio ni fin (Hebreos 7:3).

Dos acontecimientos marcaron la transición del sacerdocio terrenal al celestial. Cuando Cristo fue clavado en la cruz, “el desgarramiento del velo en el templo demostró que los sacrificios y los ritos judaicos no serían ya recibidos.”20 “Al rasgar sus vestiduras, [Caifás] se privaba de su carácter representativo y cesaba de ser acepto para Dios como sacerdote oficiante.”21

LOS SACRIFICIOS DIARIOS

Los sacrificios diarios se realizaban en el atrio y en el lugar santo para señalar el sacrificio del Mesías en la cruz. El pecador debía traer un animal joven e inmaculado (cordero) como ofrenda por el pecado. El cordero (…xodo 12:21) representaba a Jesús, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo (Juan 1:29; 1 Corintios 5:7). El pecador ponía sus manos sobre la cabeza del animal mientras confesaba sus pecados al tiempo que mataba personalmente al animal.

El sacerdote tomaba su sangre, la rociaba sobre los cuernos del altar y vertía el resto al pie del altar o la rociaba ante el velo sobre el altar del incienso en el lugar santo o comía parte de la ofrenda antes de entrar en el lugar santo. Todo el servicio significaba la transferencia de los pecados del pecador al santuario (Hebreos 9:6; Levítico 4:3, 7, 22, 23; 6:10; 10:17, 18).

“Mientras de mañana y de tarde los sacerdotes entraban en el lugar santo a la hora del incienso, el sacrificio diario estaba listo para ser ofrecido sobre el altar de afuera, en el atrio… [los adoradores] se unían en oración silenciosa, con los rostros vueltos hacia el lugar santo. Así sus peticiones ascendían con la nube de incienso, mientras la fe aceptaba los méritos del Salvador prometido al que simbolizaba el sacrificio expiatorio.”22

“Con el traslado de los pecados de Israel al santuario, los lugares santos quedaban manchados, y se hacía necesaria una obra especial para quitar de allí los pecados. Dios ordenó que se hiciera expiación para cada una de las sagradas divisiones lo mismo que para el altar. Así ‘lo limpiará, y lo santificará de las inmundicias de los hijos de Israel’.”23

EL DÍA DE LA EXPIACIÓN

El Día de la Expiación (Yom Kippur) es el 10º día del 7º mes de Tishrei (entre septiembre y octubre) y sigue siendo el día más sagrado del calendario judío (Levítico 23:27).

Una vez al año, en el gran día de la expiación, el sacerdote entraba en el lugar santísimo para limpiar el santuario. La obra que se llevaba a cabo allí completaba el ciclo anual de ceremonias. (Hebreos 9:7).”24

“Todo hombre había de contristar su alma mientras se verificaba la obra de expiación. Todos los negocios se suspendían, y toda la congregación de Israel pasaba el día en solemne humillación delante de Dios, en oración, ayuno y profundo análisis del corazón… Tal era el servicio verificado como ‘bosquejo y sombra de las cosas celestiales.’ Hebreos 8:5.”25

EL MINISTERIO DE CRISTO EN EL LUGAR SANTO

Después de la ascensión de Cristo al cielo, …l inició Su labor como nuestro Sumo Sacerdote. “Este ministerio siguió efectuándose durante dieciocho siglos en el primer departamento del santuario. La sangre de Cristo, ofrecida en beneficio de los creyentes arrepentidos, les aseguraba perdón y aceptación cerca del Padre, pero no obstante sus pecados permanecían inscritos en los libros de registro.”26

EL JUICIO INVESTIGADOR

“Así como la purificación típica de lo terrenal se efectuaba quitando los pecados con los cuales había sido contaminado, así también la purificación real de lo celestial debe efectuarse quitando o borrando los pecados registrados en el cielo. Pero antes de que esto pueda cumplirse deben examinarse los registros para determinar quiénes son los que, por su arrepentimiento del pecado y su fe en Cristo, tienen derecho a los beneficios de la expiación cumplida por él. La purificación del santuario implica por lo tanto una obra de investigación, una obra de juicio. Esta obra debe realizarse antes de que venga Cristo para redimir a su pueblo.”27

“En el gran día de la expiación final y del juicio, los únicos casos que se consideran son los de quienes hayan profesado ser hijos de Dios [1 Pedro 4:17]. El juicio de los impíos es obra distinta y se verificará en fecha posterior.”28

En el tiempo señalado para el juicio—al fin de los 2.300 días, en 1844—empezó la obra de investigación y el acto de borrar los pecados. Todos los que hayan profesado el nombre de Cristo deben pasar por ese riguroso examen. Tanto los vivos como los muertos deben ser juzgados ‘de acuerdo con las cosas escritas en los libros, según sus obras’.”29

“Los libros del cielo, en los cuales están consignados los nombres y los actos de los hombres, determinarán los fallos del juicio…

El libro de la vida contiene los nombres de todos los que entraron alguna vez en el servicio de Dios [Lucas 10:20, Filipenses 4:3; Daniel 12:1; Apocalipsis 21:27.]

“Delante de Dios está escrito ‘un libro de memoria’, en el cual quedan consignadas las buenas obras de ‘los que temen a Jehová, y de los que piensan en su nombre’. Malaquías 3:16 (VM); Nehemías 13:14… Todo acto de justicia está inmortalizado.

“Hay además un registro en el cual figuran los pecados de los hombres.”30 Toda mala acción, toda palabra ociosa será juzgada (Eclesiastés 12:14; Mateo 12:36, 37; 1 Corintios 4:5; Isaías 65:6, 7).

Los pecados que no hayan inspirado arrepentimiento y que no hayan sido abandonados, no serán perdonados ni borrados de los libros de memoria, sino que permanecerán como testimonio contra el pecador en el día de Dios… El pecado puede ser ocultado, negado, encubierto para un padre, una madre, una esposa, o para los hijos y los amigos; nadie, fuera de los mismos culpables tendrá tal vez la más mínima sospecha del mal; no deja por eso de quedar al descubierto ante los seres celestiales… Dios lleva un registro exacto de todo acto injusto e ilícito.”31

“La obra de cada uno pasa bajo la mirada de Dios, y es registrada e imputada ya como señal de fidelidad ya de infidelidad. Frente a cada nombre, en los libros del cielo, aparecen, con terrible exactitud, cada mala palabra, cada acto egoísta, cada deber descuidado, y cada pecado secreto, con todas las tretas arteras.”32 “¡Qué pensamiento tan solemne! Cada día que transcurre lleva consigo su caudal de apuntes para los libros del cielo… Nuestros actos, nuestras palabras, hasta nuestros más secretos motivos… podremos olvidarlos, pero no por eso dejarán de testificar en nuestro favor o contra nosotros.”33

CRISTO NUESTRO ABOGADO EN EL LUGAR SANTÍSIMO

“Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1 Juan 2:1). Ver también Hebreos 9:24.

“A medida que los libros de memoria se van abriendo en el juicio, las vidas de todos los que hayan creído en Jesús pasan ante Dios para ser examinadas por él. Empezando con los que vivieron los primeros en la tierra, nuestro Abogado presenta los casos de cada generación sucesiva, y termina con los vivos. Cada nombre es mencionado, cada caso cuidadosamente investigado. Habrá nombres que serán aceptados, y otros rechazados. En caso de que alguien tenga en los libros de memoria pecados de los cuales no se haya arrepentido y que no hayan sido perdonados, su nombre será borrado del libro de la vida, y la mención de sus buenas obras será borrada de los registros de Dios…

A todos los que se hayan arrepentido verdaderamente de su pecado, y que hayan aceptado con fe la sangre de Cristo como su sacrificio expiatorio, se les ha inscrito el perdón frente a sus nombres en los libros del cielo; como llegaron a ser partícipes de la justicia de Cristo y su carácter está en armonía con la ley de Dios, sus pecados serán borrados, y ellos mismos serán juzgados dignos de la vida eterna.” [Isaías 43:25; Apocalipsis 3:5; Mateo 10:32, 33.]34

NUESTRA SOLEMNE RESPONSABILIDAD

Nuestra comprensión adecuada de la obra del juicio investigador requiere que tomemos medidas decisivas acerca de nuestra salvación.

Todos los que desean que sus nombres sean conservados en el libro de la vida, deben ahora, en los pocos días que les quedan de este tiempo de gracia, afligir sus almas ante Dios con verdadero arrepentimiento y dolor por sus pecados. Hay que escudriñar honda y sinceramente el corazón. Hay que deponer el espíritu liviano y frívolo al que se entregan tantos cristianos de profesión.”35

Tenemos que obrar nuestra propia salvación con temor y temblor. (Filipenses 2:12.) “Cuando quede concluida la obra del juicio investigador, quedará también decidida la suerte de todos para vida o para muerte. El tiempo de gracia terminará poco antes de que el Señor aparezca en las nubes del cielo. Al mirar hacia ese tiempo, Cristo declara… ‘¡El que es injusto, sea injusto aún; y el que es sucio, sea sucio aún; y el que es justo, sea justo aún; y el que es santo, sea aún santo! He aquí, yo vengo presto, y, mi galardón está conmigo, para dar la recompensa a cada uno según sea su obra’. Apocalipsis 22:11, 12 (VM).”36

CONCLUSIÓN

“Los justos y los impíos continuarán viviendo en la tierra en su estado mortal, los hombres seguirán plantando y edificando, comiendo y bebiendo, inconscientes todos ellos de que la decisión final e irrevocable ha sido pronunciada en el santuario celestial… Inadvertida como ladrón a medianoche, llegará la hora decisiva que fija el destino de cada uno, cuando será retirado definitivamente el ofrecimiento de la gracia que se dirigiera a los culpables.

“‘¡Velad pues;… no sea que viniendo de repente, os halle dormidos!’ Marcos 13:35, 36 (VM). Peligroso es el estado de aquellos que cansados de velar, se vuelven a los atractivos del mundo. Mientras que el hombre de negocios está absorto en el afán de lucro, mientras el amigo de los placeres corre tras ellos, mientras la esclava de la moda está ataviándose, puede llegar el momento en que el juez de toda la tierra pronuncie la sentencia: ‘Has sido pesado en la balanza y has sido hallado falto’. Daniel 5:27 (VM).”37

Sólo cuando Dios haya destruido al autor del pecado, podrá el pueblo de Dios considerarse libre de la carga del pecado. Ahora es el momento de afligirnos, escudriñar profundamente nuestros corazones y orar fervientemente para que, en el libro de la vida, sean borrados nuestros pecados en lugar de nuestros nombres, Amén.

Referencias:
1 Maranata: El Señor Viene, p. 96.
2 Mensajes Selectos, tomo 1, p. 316.
3 La Maravillosa Gracia de Dios, p. 161.
4 El Conflicto de los Siglos, p. 7. [edición de 1954.]
5 La Fe por la Cual Vivo, p. 77.
6 Patriarcas y Profetas, p. 48.
7 El Evangelismo, p. 165.
8 La Fe por la Cual Vivo, p. 204.
9 Patriarcas y Profetas, p. 356.
10 Haskell, S.N., The Cross and its Shadow, pp. 176, 178. [En español, pp. 57, 58.]
11 Ibíd., pp. 129, 130. [En español, pp. 40, 41.]
12 Ibíd., p.179. [En español, pp. 58.]
13 Ibíd., p. 56. [En español, pp. 17.]
14 Testimonios para la Iglesia, tomo 4, p. 157.
15 Reflejemos a Jesús, p. 38.
16 La Maravillosa Gracia de Dios, p. 69.
17 Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, p. 317.
18 Consejos Sobre la Salud, p. 216.
19 Patriarcas y Profetas, pp. 419, 426.
20 Primeros Escritos, pp. 259, 260.
21 El Deseado de Todas las Gentes, p. 655.
22 Patriarcas y Profetas, p. 366.
23 Ibíd., pp. 367, 368.
24 Ibíd.
25 Ibíd., p. 369.
26 El Conflicto de los Siglos, p. 415.
27 Ibíd., pp. 415, 416.
28 Ibíd., p. 472.
29 Ibíd., pp. 476, 477.
30 Ibíd., pp. 472, 473.
31 Ibíd., p. 477.
32 Ibíd., p. 473.
33 Ibíd., pp. 477.
34 Ibíd., p. 474.
35 Ibíd., p. 479.
36 Ibíd., p. 481.
37 Ibíd., p. 481.