Un Mensaje para los Últimos Días

En un mundo de engaño, ¿cuántos desde su juventud
Han escuchado el evangelio de Dios?
En las Escrituras está hoy claramente escrito;
¡Qué mensaje tan vital y actual—la verdad presente!
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Enseñando a lo largo y a lo ancho, sobre colinas y valles,
En los corazones resuena un dulce acorde de respuesta;
Cuando esperanzadas despiertan las almas en tinieblas
Discerniendo este mensaje que viene directo del Señor.
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A cada uno le llega el llamado, profundo en nuestra alma,
Que ahora es el momento en que debemos arrepentirnos.
Abandonar el pecado y las tentaciones del mal,
Y confiar en el Salvador tan bondadosamente enviado.
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Al contemplar a Cristo intercediendo por nosotros,
Aquel a quien todos deberían anhelar fervientemente,
Su sacrificio irradia poder a través de Su sangre:
La Roca de los siglos; sin sombra de variación.
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Este mundo pronto su fin tendrá, con la tristeza que engendra;
Todos ven claramente que algo anda mal.
Cuán grande es nuestro anhelo mediante la fe cuando meditamos
En la comunión con Jesús y la dicha celestial.
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Ahora en medio de tempestades y hambrunas que prevalecen,
Enfermedades y guerras con tanta aflicción y dolor,
Entregada a Jesús, nuestra esperanza aún debe florecer—
Determinados en la acción a través de la lluvia tardía de Dios.
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Esta verdad no es teoría; es espíritu y vida;
Con poder, fructifica en los corazones donde se atesora.
Cuando todo esté dicho y hecho, y venga nuestro Salvador—
Para cada uno …l tendrá una especial recompensa.
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Al burlar y despreciar las verdades que hay que apreciar
El burlador y escarnecedor el mensaje ahora desdeña,
Pero en su falta de vigilancia, el tiempo de gracia cerrará,
Y Jesús, el Rey, en su gloria regresará.
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La oportunidad de arrepentirnos de nuestros pecados es ahora;
Nuestra oportunidad de llegar al campo es ahora—
La mies está blanca para la siega de las almas
Una obra debe ser hecha por los pocos que serán sellados.
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Mirando a Jesús, permaneciendo en …l,
Nos elevamos por encima de toda la corrupción y la lucha.
Por gracia en Su fortaleza, a Su viña nos aventuramos
Por la fe en Su nombre y viviendo Su vida.