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Sabbath Bible Lessons

Reforma Verdadera—Antes y Ahora

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Sábado, 23 de enero de 2016 Lección 4
Un Segundo Elías “E irá [Juan] delante… [del Señor] con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto” (Lucas 1:17).
Lectura adicional:   El Deseado de Todas las Gentes, págs. 72–83. 
“Juan declaró a los judíos que su situación delante de Dios había de ser decidida por su carácter y su vida. La profesión era inútil. Si su vida y su carácter no estaban en armonía con la ley de Dios, no eran su pueblo.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 82.

1. LA CONDICIÓN DE ISRAEL Domingo 17 de enero
a. ¿Cuál era la obra del mensajero que Dios envió a fin de preparar el camino para la primera venida del Señor? Malaquías 3:1–3. b. ¿Qué clase de persona era este mensajero? Lucas 1:13–17. c. ¿Cuál era la condición del pueblo de Dios que requería tal mensajero? Lucas 5:37–39; Mateo 15:8, 9. “Los odres que se usaban como recipientes para el vino nuevo.... Jesús presentó [como] la condición de los dirigentes judíos.... Pensaban que para todo bastaba su propia justicia, y no deseaban que entrase un nuevo elemento en su religión.”—El Deseado de Todas las Gentes, págs. 244, 245. (Énfasis añadido).“La higuera [que Jesús había maldecido] se secó. Este árbol infructífero simbolizaba la condición de la nación judía en ese momento. Se le había concedido toda oportunidad y privilegio.”—The Signs of the Times, 23 de mayo de 1900. (Énfasis añadido).

2. JUAN EL BAUTISTA, MENSAJERO DE DIOS Lunes 18 de enero
a. ¿Cómo se refirió Jesús a Juan el Bautista? Mateo 11:9, 10, 13–15. “También se creía que antes del advenimiento del Mesías, Elías aparecería personalmente. Juan salió al cruce de esta expectación con su negativa; pero sus palabras tenían un significado más profundo. Jesús dijo después, refiriéndose a Juan: ‘Y si queréis recibirlo, éste es Elías, el que había de venir’ (Mateo 11:14 V.M.). Juan vino con el espíritu y poder de Elías, para hacer una obra como la que había hecho Elías. Si los judíos le hubiesen recibido, esta obra se habría realizado en su favor. Pero no recibieron su mensaje. Para ellos no fue Elías. No pudo cumplir en favor de ellos la misión que había venido a realizar.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 109. b. ¿Quiénes salieron para escuchar a Juan el Bautista? Mateo 3:5, 6; 21:32; Lucas 11:1. c. ¿Por qué fueron atraídos hacia Juan, más bien que a otros maestros de su época? Mateo 3:1–3. “Sin argumentos elaborados ni sutiles teorías, declaró Juan su mensaje. Sorprendente y severa, aunque llena de esperanza, se oía su voz en el desierto: ‘Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado’ (Mateo 3:2). Conmovió al pueblo con nuevo y extraño poder. Toda la nación fue sacudida. Multitudes acudieron al desierto.”—Obreros Evangélicos, pág. 56. d. ¿Tenía Juan el Bautista temor de hablar la verdad? Mateo 14:3, 4. “Él miraba al Rey en su hermosura, y perdía de vista al yo. Contemplaba la majestad de la santidad, y se reconocía ineficiente e indigno. Debía declarar el mensaje de Dios. Había de subsistir en el poder y justicia de Dios. Estaba listo para ir como mensajero del cielo, sin temor de lo humano, porque había considerado lo divino. Podía estar sin miedo en presencia de los monarcas terrenos, porque con temblor se había postrado ante el Rey de reyes.”—Ídem.

3. SU PREPARACIÓN, EL DESIERTO Martes 19 de enero
a. ¿De qué manera la vida campestre preparó a Juan el Bautista para su misión? Isaías 40:3–5; 30:15; Salmo 101:3. “En el orden natural de las cosas, el hijo de Zacarías habría sido educado para el sacerdocio. Pero la educación de las escuelas rabínicas le habría arruinado para su obra. Dios no le envió a los maestros de teología para que aprendiese a interpretar las Escrituras. Le llamó al desierto, para que aprendiese de la naturaleza, y del Dios de la naturaleza....“Allí lo que le rodeaba era favorable a la adquisición de sencillez y abnegación. No siendo interrumpido por los clamores del mundo, podía estudiar las lecciones de la naturaleza, de la revelación y de la Providencia. Las palabras del ángel a Zacarías habían sido repetidas con frecuencia a Juan por sus padres temerosos de Dios. Desde la niñez, se le había recordado su misión, y él había aceptado el cometido sagrado. Para él la soledad del desierto era una manera bienvenida de escapar de la sociedad en la cual las sospechas, la incredulidad y la impureza lo compenetraban casi todo. Desconfiaba de su propia fuerza para resistir la tentación, y huía del constante contacto con el pecado, a fin de no perder el sentido de su excesiva pecaminosidad.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 76. b. A fin de ser ‘un obrero aprobado por Dios’, ¿cuáles fueron las fuentes principales de Juan el Bautista para el estudio, y que efecto tuvieron éstas sobre él? 2 Timoteo 2:15; Salmo 19:1–3; Lucas 1:80. “Juan no era indolente.... Todo lo que le rodeaba en su montañoso hogar era para él un libro de instrucción, conteniendo lecciones de la más profunda importancia en lo referente al carácter, la benevolencia y el amor de Dios.“...Lejos del ajetreo mundano, cuyas seductoras atenciones y placeres desviarían su mente y pervertirían sus pensamientos e imaginaciones, se mantuvo encerrado con Dios y la naturaleza. Aquí no sería influenciado por un ambiente impío, su entendimiento no sería cegado, ni su espíritu se familiarizaría con la maldad. En el retiro tranquilo del desierto, Juan se fortalecía en espíritu. Por sus hábitos estrictamente templados se aseguró la salud física, mental y moral. Su discernimiento era claro, su juicio correcto.”—The Youth’s Instructor, 7 de enero de 1897.

4. UN PROPÓSITO Miércoles 20 de enero
a. ¿Cuál era el objetivo de la vida de Juan? Hechos 13:24. A semejanza del apóstol Pablo, ¿cómo afectó este objetivo las costumbres de su vida en general? 1 Corintios 9:27. “Una gran obra estaba delante de Juan, y con el fin de que tuviera una constitución física sana y poder mental y moral para hacer esta obra, debía controlar los apetitos y las pasiones. Juan debía conducirse como un reformador y por su vida abstemia y vestimenta sencilla reprendía las costumbres intemperantes y la pecaminosa extravagancia del pueblo.”—The Review and Herald, 7 de enero de 1873.“Pero Juan no pasaba la vida en ociosidad, ni en lobreguez ascética o aislamiento egoísta. De vez en cuando, salía a mezclarse con los hombres; y siempre observaba con interés lo que sucedía en el mundo. Desde su tranquilo retiro, vigilaba el desarrollo de los sucesos. Con visión iluminada por el Espíritu divino, estudiaba los caracteres humanos para poder saber cómo alcanzar los corazones con el mensaje del cielo. Sentía el peso de su misión. En la soledad, por la meditación y la oración, trataba de fortalecer su alma para la carrera que le esperaba.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 77. b. Describa la alimentación y la vestimenta de Juan el Bautista. Mateo 3:4; Lucas 1:15. ¿Por qué esto fue significativo en el ministerio de Juan? “Dedicado a Dios como nazareno desde su nacimiento, [el hijo de Zacarías] hizo él mismo voto de consagrar su vida a Dios.”—El Deseado de Todas las Gentes, págs. 76, 77.“Juan había de salir como mensajero de Jehová, para comunicar a los hombres la luz de Dios. Debía dar una nueva dirección a sus pensamientos. Debía hacerles sentir la santidad de los requerimientos de Dios, y su necesidad de la perfecta justicia divina. Un mensajero tal debía ser santo. Debía ser templo del Espíritu de Dios. A fin de cumplir su misión, debía tener una constitución física sana, y fuerza mental y espiritual. Por lo tanto, le sería necesario dominar sus apetitos y pasiones. Debía poder dominar todas sus facultades, para poder permanecer entre los hombres tan inconmovible frente a las circunstancias que le rodeasen como las rocas y montañas del desierto.”—Ídem., pág. 75.“Lejos de sentirse solo, deprimido o malhumorado, disfrutaba de su vida de sencillez y retiro, y sus hábitos de temperancia mantuvieron a todos sus sentidos libres de perversión.”—The Youth’s Instructor, 7 de enero de 1897.

5. NUESTRO MENSAJE HOY Jueves 21 de enero
a. ¿Cómo sabemos que el mensaje de Elías no culminó con Juan el Bautista, el predecesor de Cristo? Malaquías 4:5, 6. ¿Cuál es nuestro mensaje hoy? Hechos 3:19; Isaías 58:1. “Juan fue llamado para hacer una obra especial; debía preparar el camino del Señor, enderezar sus sendas.... [Se cita Isaías 40:3–5.] Este es el mismo mensaje que se debe dar a nuestro pueblo; estamos cerca del final de los tiempos, y el mensaje es: Despejad el camino del Rey; quitad las piedras; levantad un estandarte para el pueblo. El pueblo debe ser despertado. No es ahora tiempo de clamar por paz y seguridad.”—The Review and Herald, 18 de febrero de 1890. b. ¿Cómo este mensaje puede tener un efecto sobre la iglesia y el mundo de hoy? Hechos 22:15; Romanos 10:13. “Estamos bajo una obligación personal frente a la sociedad de… ejercer continuamente influencia en favor de la Ley de Dios. Debiéramos dejar que nuestra luz brillase de modo que todos pudieran ver que el sagrado Evangelio está influyendo sobre nuestros corazones y nuestras vidas, que caminamos en obediencia a sus mandamientos y no violamos ninguno de sus principios. En gran medida, el mundo tiene derecho a pedirnos cuenta por las almas de los que nos rodean... Permitamos que el mundo vea que... deseamos que los demás compartan nuestras bendiciones y privilegios a través de la santificación de la verdad.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 4, pág. 62, 63.

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL Viernes 22 de enero
1. ¿Bajo qué condición somos considerados como pueblo de Dios hoy en día? 2. ¿Cómo fue dado el mensaje de Juan a la gente, y cuál fue el resultado? 3. ¿Cuáles son algunos beneficios de vivir lejos de las ciudades? 4. ¿Por qué Juan era temperante en todos sus hábitos de vida? 5. ¿Cómo quiere Dios que nosotros compartamos el mismo mensaje hoy?
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