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Sabbath Bible Lessons

En Esto Creemos (II)

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Lección 10 Sábado, 6 de junio de 2009

La Familia Cristiana

“Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio” (Salmo 144:12).

“La mayor evidencia del poder del cristianismo que se pueda presentar al mundo es una familia bien ordenada y disciplinada. Ésta recomendará la verdad como ninguna otra cosa puede hacerlo, porque es un testimonio viviente del poder práctico que ejerce el cristianismo sobre el corazón.”—El Hogar Cristiano, pág. 26.

Lectura adicional:   Conducción del Niño, págs. 298–306, 408–416. 

Domingo 31 de mayo

1. UN PEQUEÑO CIELO EN LA TIERRA

a. A fin de tener un hogar feliz, ¿qué ordena la Palabra de Dios tanto a los esposos como a las esposas? 1 Corintios 7:3, 4; Gálatas 6:2; Efesios 5:33.

“No tratéis de constreñiros el uno al otro. No podéis obrar así y conservar vuestro amor recíproco. Las manifestaciones de la propia voluntad destruyen la paz y la felicidad de la familia. No dejéis penetrar el desacuerdo en vuestra vida conyugal. De lo contrario seréis desdichados ambos. Sed amables en vuestras palabras y bondadosos en vuestras acciones; renunciad a vuestros deseos personales. Vigilad vuestras palabras, porque ellas ejercen una influencia considerable para bien o para mal. No dejéis traslucir irritación en la voz, mas poned en vuestra vida el dulce perfume de la semejanza de Cristo.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 7, págs. 48, 49.

b. ¿Cómo describe la Inspiración a un verdadero hogar cristiano? Salmo 128; Isaías 61:9. ¿Cómo el hogar puede ser una bendición o una maldición?

“Si queremos caminar en la luz debemos permitir que Cristo entre en nuestros corazones y en nuestros hogares. Debiera hacerse del hogar todo lo que la palabra implica. Debería ser un pequeño cielo en la tierra, un lugar donde se cultiven los afectos en vez de que se los reprima deliberadamente. Nuestra felicidad depende de que cultivemos el amor, la comprensión y la verdadera cortesía mutua.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 3, pág. 591.


Lunes 1º de junio

2. PADRES E HIJOS

a. ¿Qué dicen las Sagradas Escrituras acerca de los hijos de padres temerosos de Dios? Salmo 127:3; Proverbios 17:6; Isaías 54:13.

“Recuérdese que los niños no han de ser tratados como si fuesen nuestra propiedad personal. Los hijos son herencia del Señor, y el plan de redención incluye la salvación de ellos tanto como la nuestra. Han sido confiados a sus padres para que éstos los críen en la disciplina y admonición del Señor, a fin de que sean preparados para hacer su obra en este tiempo y en la eternidad.”—El Hogar Cristiano, pág. 253.

“Los hijos son la heredad del Señor, y a menos que los padres los eduquen en forma de capacitarlos para guardar los caminos del Señor, descuidan un solemne deber. No es la voluntad ni el propósito de Dios que los hijos lleguen a ser incultos, ásperos, descorteses, desobedientes, ingratos, impíos, implacables, infatuados, amantes de los placeres más que de Dios. Las Escrituras declaran que ésta sería la condición de la sociedad como una señal de los últimos días.”—Conducción del Niño, pág. 213.

“Debe guiárselos [a los niños] en la senda de la obediencia, y no favorecer la satisfacción de su apetito o su vanidad”. —El Hogar Cristiano, pág. 252.

b. ¿Qué orden da el Señor a todos los padres que desean ver a sus hijos salvados? Deuteronomio 6:4–7; 11:18, 19; Proverbios 22:6.

“Recuerden los padres durante toda la semana que su hogar debe ser una escuela en la cual sus hijos se prepararán para los atrios celestiales. Sean correctas sus palabras. No escapen de sus labios expresiones que sus hijos no debieran oír. Mantengan su espíritu libre de irritación. Padres, vivid durante la semana como a la vista de un Dios santo, que os ha dado hijos para que los preparéis para Él. Educad así la pequeña iglesia que hay en vuestro hogar, a fin de que en el sábado todos puedan estar preparados para adorar en el santuario del Señor. Presentad cada mañana y noche vuestros hijos a Dios como su heredad comprada con sangre. Enseñadles que es su más alto deber y privilegio amar y servir a Dios.

Los padres deben ser escrupulosos y hacer del culto de Dios una lección objetiva para sus hijos. Deben tener con frecuencia en sus labios pasajes de la Escritura, especialmente los que preparan el corazón para el servicio religioso. Bien podrían repetirse a menudo las preciosas palabras: ‘Alma mía, en Dios solamente reposa; porque de Él es mi esperanza’ (Salmo 62:5).”—Testimonios para la Iglesia, tomo 6, pág. 355.


Martes 2 de junio

3. EL QUINTO MANDAMIENTO

a. ¿Qué se requiere que hagan los hijos con relación a sus padres? Éxodo 20:12; Efesios 6:1–3.

“No hay época en la vida en que los hijos estén excusados de honrar a sus padres. Esta solemne obligación rige para cada hijo e hija y es una de las condiciones impuestas para que se prolongue su vida en la tierra que el Señor dará a los fieles. Este no es un asunto indigno de atención, sino que es de vital importancia. La promesa se hace a condición de que se obedezca. Si obedecéis, viviréis mucho tiempo en la tierra que Jehová vuestro Dios os da. Si desobedecéis, vuestra vida no se prolongará en aquella tierra.”—El Hogar Cristiano, págs. 264, 265.

“Hijos, ¿deseáis la vida eterna? Entonces respetad y honrad a vuestros padres. No hiráis o aflijáis sus corazones ni hagáis con que pasen noches sin dormir a causa de la ansiedad y angustia acerca de vosotros. Si habéis pecado en no rendir el amor y la obediencia a ellos, comenzad ahora a redimir el pasado. No podéis permitiros tomar ninguna otra dirección; ya que esto os significaría la pérdida de la vida eterna. Aquel que escudriña los corazones conoce cuál es vuestra actitud hacia vuestros padres; porque Él está pesando el carácter moral en la balanza de oro del santuario celestial. ¡Oh!, confesad vuestra negligencia hacia vuestros padres, confesad vuestra indiferencia hacia ellos, y vuestro desprecio del santo mandamiento de Dios.”—The Youth’s Instructor, 22 de junio de 1893.

b. ¿Cuál es una de las señales de la pronta venida de nuestro Señor Jesucristo? Romanos 1:30; 2 Timoteo 3:2.

“El pecado que existe en esta generación entre los hijos es que ellos son ‘desobedientes a los padres, ingratos, impíos. . . amadores de los deleites más que de Dios’ (2 Timoteo 3:2, 4). Y esta situación actual prolifera hasta tal punto que se ha vuelto un tema de profecía, como una de las señales que vivimos en los últimos días del tiempo.”—Letters to Young Lovers, pág. 53.

“La Palabra de Dios está llena de preceptos y consejos que ordenan el respeto hacia los padres. Inculca a los jóvenes el sagrado deber de amar y apreciar a los que les han guiado en la infancia, niñez y juventud, hasta la virilidad y femineidad, y quiénes ahora son en extenso grado dependientes de ellos para su paz y felicidad. La Biblia no da ningún sonido incierto sobre este asunto; sin embargo, sus enseñanzas han sido grandemente descuidadas.”— Fundamentals of Christian Education, pág. 101.


Miércoles 3 de junio

4. UN TRIPLE PODER

a. ¿Qué profecía relacionada con la familia se cumplirá en estos últimos días? Malaquías 4:5, 6; Lucas 1:17.

“La restauración y el levantamiento de la humanidad empiezan en el hogar. La obra de los padres es cimiento de toda otra obra. La sociedad se compone de familias, y será lo que la hagan las cabezas de familia. Del corazón ‘mana la vida’ (Proverbios 4:23), y el hogar es el corazón de la sociedad, de la iglesia y de la nación. El bienestar de la sociedad, el buen éxito de la iglesia y la prosperidad de la nación dependen de la influencia del hogar.”—Mensaje para los Jóvenes, pág. 322.

“Los que llevan el último mensaje de misericordia al mundo deben sentir que es su deber instruir a los padres acerca de la religión en el hogar. El gran movimiento de reforma debe principiar presentando a los padres, las madres y los hijos los principios de la ley de Dios. A medida que se presentan los requerimientos de la ley de Dios, y los hombres y mujeres se convencen de su deber de acatarla, muéstreseles la responsabilidad de su decisión, no sólo para consigo mismos sino para con sus hijos.”—Conducción del Niño, págs. 526, 527.

b. Cuando padres, madres e hijos están unidos en una familia feliz, ¿cuál será el resultado? Salmo 144:12.

“Más que sabiduría humana es necesario para los padres en cada paso, para que puedan comprender mejor cómo educar a sus hijos para una vida útil y feliz aquí, y para un servicio más elevado y un gozo mayor en el más allá. Padres y madres, recordad siempre que estáis destinados a una misión sagrada. El poder del ejemplo es muy grande. Si dejáis de seleccionar la compañía apropiada para vuestros niños y les permitís asociarse con personas de moral cuestionable, los colocáis o les permitís establecerse en una escuela donde serán enseñadas y practicadas lecciones de depravación.”—The Review and Herald, 13 de septiembre de 1881.

“Padres, tenéis una solemne responsabilidad que descansa sobre vosotros. Es vuestro deber cooperar con Cristo en la ayuda de vuestros hijos a fin de formar caracteres rectos. Jesús no puede hacer nada sin vuestra cooperación. No es misericordia o bondad permitirle a un niño mantener su propio camino, someterse a sus reglas y omitir la corrección a causa de que lo amáis demasiado como para castigarle. ¿Qué clase de amor es este que permite a vuestro hijo desarrollar rasgos de carácter que harán miserables a él y a todos los demás? ¡Lejos con tal amor! El amor verdadero buscará el bien presente y eterno del alma.”—Ídem., 16 de julio de 1895.


Jueves 4 de junio

5. OBRA FIEL RECOMPENSADA

a. En la eternidad—cuando los salvados estén seguros en el reino de Dios—¿qué serán capaces de decir los padres, y qué declararán sus hijos? Isaías 8:18.

“Cuando empiece el juicio y los libros sean abiertos, cuando sea pronunciado el ‘Bien hecho’ del gran juez, y colocada en la frente del vencedor la corona de gloria inmortal, muchos levantarán sus coronas a la vista del universo reunido y, señalando a sus madres, dirán: ‘Ella hizo de mí todo lo que soy mediante la gracia de Dios. Su instrucción, sus oraciones, han sido bendecidas para mi salvación eterna’.”—Mensajes para los Jóvenes, pág. 328.

“Madres, recordad que en vuestro trabajo el Creador del universo os ayudará. En su poder, y mediante su nombre, podéis conducir a vuestros hijos hasta que sean vencedores. Enseñadles a volverse a Dios en busca de ayuda. Decidles que Él escucha sus oraciones. Enseñadles a vencer el mal con el bien. Enseñadles a ejercer una influencia que es elevadora y ennoblecedora. Conducidlos para que se unan con Dios, y luego tendrán poder para resistir las tentaciones más fuertes. Entonces recibirán la recompensa del vencedor.”—Conducción del Niño, págs. 158, 159.

b. ¿Cuál será la recompensa de la familia cristiana unida cuando entre en el reino de Dios? Salmo 132:12; Apocalipsis 5:13.

“[Jesús] os dice que seáis participantes de su gozo, ¿y qué es eso? Es el gozo de ver el trabajo de vuestra alma, padres, madres, es el gozo de ver que vuestros esfuerzos son recompensados. Aquí están vuestros hijos, la corona de vida está sobre su cabeza y los ángeles de Dios inmortalizan los nombres de las madres cuyos esfuerzos han ganado a sus hijos para Jesucristo.”—Ídem., págs. 537, 538.


Viernes 5 de junio

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL

a. ¿Qué caracteriza a una verdadera familia cristiana?

b. Nombre algunos elementos claves para el éxito al educar a hijos temerosos de Dios.

c. ¿Qué desafío especial afrontan los padres en estos últimos días?

d. ¿Por qué los hogares verdaderamente cristianos serán inusuales en el fin del tiempo?

e. ¿Qué es necesario a fin de ver a nuestros hijos en el reino de Dios?

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