Domingo
17 de mayo
1. EXPIACIÓN POR EL PECADO
a. ¿Qué misericordiosa provisión fue hecha para expiar el pecado de Adán? Génesis 3:15, 21.
“En el instante en que Adán cedió a la tentación de Satanás e hizo justo lo que Dios había dicho que no debería hacer, Cristo, el Hijo de Dios, estuvo entre la vida y la muerte, diciendo: ‘Deja caer el castigo de la transgresión sobre mí. Yo seré sustituto del hombre. Dale otra oportunidad.’ La transgresión colocó el mundo entero bajo la sentencia de muerte. Pero allí en cielo fue oída una voz que decía: ‘[Se] halló redención’ (Job 33:24). Aquel que no conocía pecado fue hecho pecado por el hombre caído.”—The Signs of the Times, 27 de junio de 1900.
b. ¿Qué sistema fue ordenado por Dios, y cómo se sintió Adán cuando tuvo que ofrecer el primer sacrificio por el pecado?
“Mientras [Adán] mataba a la inocente víctima temblaba al pensar que su pecado haría derramar la sangre del Cordero inmaculado de Dios. Esta escena le dio un sentido más profundo y vívido de la enormidad de su transgresión, que nada sino la muerte del querido Hijo de Dios podía expiar.”—Patriarcas y Profetas, págs. 54, 55.
Lunes
18 de mayo
2. EL SERVICIO DIARIO
a. ¿Cuál era la tarea diaria de los sacerdotes en el santuario? Números 28:4; Hebreos 10:11.
“El servicio del santuario terrenal consistía en dos partes; los sacerdotes ministraban diariamente en el lugar santo, mientras que una vez al año el sumo sacerdote efectuaba un servicio especial de expiación en el lugar santísimo, para purificar el santuario. Día tras día el pecador arrepentido llevaba su ofrenda a la puerta del tabernáculo, y poniendo la mano sobre la cabeza de la víctima, confesaba sus pecados, transfiriéndolos así figurativamente de sí mismo a la víctima inocente. Luego se mataba el animal.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 470.
“Cada mañana y cada tarde, se ofrecía sobre el altar un cordero de un año, con las oblaciones apropiadas de presentes, para simbolizar la consagración diaria a Dios de toda la nación y su constante dependencia de la sangre expiatoria de Cristo. Dios les indicó expresamente que toda ofrenda presentada para el servicio del santuario debía ser ‘sin defecto’ (Éxodo 12:5). Los sacerdotes debían examinar todos los animales que se traían como sacrificio, y rechazar los defectuosos.”—Patriarcas y Profetas, pág. 365.
b. Antes de que los sacerdotes entraran en el santuario, ¿qué les era ordenado hacer? Éxodo 30:18–21; 40:30–32.
“Entre el altar y la puerta del tabernáculo estaba la fuente, también de metal. Había sido hecha con los espejos donados voluntariamente por las mujeres de Israel. En la fuente los sacerdotes debían lavarse las manos y los pies cada vez que entraban en el departamento santo, o cuando se acercaban al altar para ofrecer un holocausto al Señor.”—Ídem., págs. 359.
“Tampoco los sacerdotes debían entrar en el santuario con el calzado puesto. Las partículas de polvo pegadas a él habrían profanado el santo lugar. Debían dejar los zapatos en el atrio antes de entrar en el santuario, y también tenían que lavarse tanto las manos como los pies antes de servir en el tabernáculo o en el altar del holocausto. En esa forma se enseñaba constantemente que los que quieran acercarse a la presencia de Dios deben apartarse de toda impureza.”—Ídem., págs. 362, 363.
Martes
19 de mayo
3. EL LUGAR SANTÍSIMO
a. ¿Qué separaba a los dos compartimientos, y qué objeto se encontraba en el lugar santísimo? Éxodo 26:31–34; Hebreos 9:3–5.
“La magnífica cubierta que formaba el techo, recamada con figuras de ángeles, en azul, púrpura y escarlata, realzaba la belleza de la escena. Y más allá del segundo velo estaba la santa shekina, la manifestación visible de la gloria de Dios, ante la cual sólo el sumo sacerdote podía entrar y sobrevivir.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 466.
“Todos los enseres de este [primer] departamento parecían de oro purísimo y reflejaban la imagen de quien allí entraba. La cortina que separaba los dos departamentos era de diferentes materiales y colores, con una hermosa orla en la que había figuras de oro labrado que representaban ángeles.”—Primeros Escritos, pág. 251.
b. ¿Cómo manifestaba Dios su presencia entre los hijos de Israel, especialmente en el santuario? Éxodo 40:34, 35; Levítico 16:2.
“Detrás del segundo velo estaba el arca del testimonio, y una hermosa y rica cortina se extendía delante de ella. Esta cortina no llegaba hasta el cielo raso del edificio. La gloria de Dios, que se manifestaba sobre el propiciatorio, podía ser vista desde ambos compartimientos, pero en un grado mucho menor en el primero de ellos. Directamente delante del arca, pero separado por la cortina, estaba el altar de oro del incienso. El fuego que ardía en ese altar había sido encendido por Dios mismo, y se lo cuidaba reverentemente alimentándolo con tanto incienso, que llenaba el santuario con su humo fragante de día y de noche. Su perfume se extendía por kilómetros a la redonda en torno del tabernáculo. Cuando el sacerdote ofrecía el incienso delante del Señor, miraba hacia el propiciatorio. Aunque no lo veía, sabía que estaba allí, y cuando el incienso se elevaba como una nube, la gloria del Señor descendía sobre el propiciatorio y llenaba el lugar santísimo y era visible también en el lugar santo, y esa gloria a menudo llenaba de tal modo ambos compartimientos, que el sacerdote se veía impedido de oficiar y obligado a mantenerse de pie junto a la puerta del tabernáculo.”—La Historia de la Redención, pág. 158.
“Sobre el arca, a guisa de cubierta del sagrado cofre, estaba el propiciatorio, verdadera maravilla artística, coronada por dos querubines, uno en cada extremo y todo de oro macizo. En este departamento era donde se manifestaba la presencia divina en la nube de gloria entre los querubines.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 464.
Miércoles
20 de mayo
4. LA FUNCIÓN DEL SUMO SACERDOTE
a. ¿Qué evento especial tenía lugar en el décimo día del séptimo mes? Levítico 16:29–31; Números 29:7.
“Una vez al año, en el gran día de las expiaciones, el sacerdote entraba en el lugar santísimo para purificar el santuario. El servicio que se realizaba allí completaba la serie anual de los servicios.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 471.
“En el décimo día del séptimo mes el sumo sacerdote entraba en el compartimiento interior, o lugar santísimo, en el cual estaba prohibido entrar, bajo pena de muerte, en cualquier otro momento. La purificación del santuario completaba entonces el ciclo anual del servicio.”—The Spirit of Prophecy, tomo 4, pág. 263.
“Bajo el régimen mosaico, la purificación del santuario, o sea el gran día de la expiación, caía en el décimo día del séptimo mes judío (Levítico 16:29–34), cuando el sumo sacerdote, habiendo hecho expiación por todo Israel y habiendo quitado así sus pecados del santuario, salía a bendecir al pueblo”. —El Conflicto de los Siglos, pág. 451.
b. Antes de entrar en el lugar santísimo, ¿qué debía hacer el sumo sacerdote? Levítico 16:2–6, 16.
“Frente al propiciatorio Dios mantenía comunión con el sumo sacerdote. Si éste permanecía más tiempo del que parecía conveniente, la gente a menudo comenzaba a aterrorizarse, temerosa de que por causa de sus pecados o algún pecado del sacerdote la gloria del Señor le hubiera quitado la vida. Pero cuando oían el sonido de las campanillas que llevaba en su vestimenta, sentían un profundo alivio. Salía entonces el sumo sacerdote y bendecía al pueblo.”—La Historia de la Redención, pág. 159.
“En el lugar santísimo el gran YO SOY ocupaba su morada, y no era permitida la entrada de ningún ser humano excepto bajo divina convocatoria. Allí, sobre el propiciatorio, protegido por las alas del querubín, moraba la shekinah de su gloria, la señal perpetua de su presencia; mientras que el pectoral del sumo sacerdote, ornamentado con piedras preciosas, daba a conocer desde el sagrado recinto del santuario el solemne mensaje de Jehová para el pueblo. ¡Maravillosa dispensación, cuando el Santo, el Creador de los cielos y la tierra, manifestaba así su gloria, y revelaba su voluntad a los hijos de los hombres!”—The Review and Herald, 2 de marzo de 1886.
Jueves
21 de mayo
5. LOS DOS MACHOS CABRÍOS
a. ¿Cuál era el significado de los dos machos cabríos empleados en el Día de Expiación, y qué se hacía con el que era elegido para servir de ofrenda por el pecado? Levítico 16:7, 8, 16.
“En el día de las expiaciones se llevaban dos machos cabríos a la entrada del tabernáculo y se echaban suertes sobre ellos, ‘la una suerte para Jehová y la otra para Azazel’ (Levítico 16:8). El macho cabrío sobre el cual caía la suerte para Jehová debía ser inmolado como ofrenda por el pecado del pueblo.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 471.
b. ¿Qué sucedía al macho cabrío emisario—Azazel—que era dejado vivo? Levítico 16:20–22. ¿Qué simbolizaba cada uno de los dos machos cabríos?
“La obra de Cristo en favor de la redención del hombre y la purificación del pecado del universo, será concluida quitando el pecado del santuario celestial y colocándolo sobre Satanás, quien sufrirá el castigo final”. —Patriarcas y Profetas, pág. 372.
“Una vez terminado el servicio que se cumplía en el lugar santísimo, y cuando los pecados de Israel habían sido quitados del santuario por virtud de la sangre del sacrificio por el pecado, entonces el macho cabrío emisario era ofrecido vivo ante el Señor. . . Asimismo, cuando el servicio de propiciación haya terminado en el santuario celestial, entonces, en presencia de Dios y de los santos ángeles y de la hueste de los redimidos, los pecados del pueblo de Dios serán puestos sobre Satanás; se le declarará culpable de todo el mal que les ha hecho cometer. Y así como el macho cabrío emisario era despachado a un lugar desierto, así también Satanás será desterrado en la tierra desolada, sin habitantes y convertida en un desierto horroroso.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 716.
Viernes
22 de mayo
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL
a. Explique la expiación en el tipo y en el antitipo.
b. Enumere algunos hechos que muestran la santidad del servicio del santuario.
c. ¿Qué estaba en el segundo compartimiento del santuario, el lugar santísimo?
d. ¿Qué revela la gran misericordia de Dios en el servicio del santuario?
e. ¿Qué representaban los dos machos cabríos?