Domingo
26 de abril
1. LA PASCUA
a. ¿Qué importante rito fue instituido en el momento de liberar a Israel de Egipto? Éxodo 12:2–6.
“La observancia de la Pascua empezó con el nacimiento de la nación hebrea. La última noche de servidumbre en Egipto, cuando aun no se veían indicios de liberación, Dios le ordenó que se preparase para una liberación inmediata. Él había advertido al faraón del juicio final de los egipcios, e indicó a los hebreos que reuniesen a sus familias en sus moradas. Habiendo asperjado los dinteles de sus puertas con la sangre del cordero inmolado, habían de comer el cordero asado, con pan sin levadura y hierbas amargas.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 57.
b. ¿Cómo sabemos que la fiesta de Pascua no era una reunión de alegría? Éxodo 12:7–11. ¿Quiénes no tenían derecho a participar de la Pascua? Éxodo 12:43–49.
“Muchos de los egipcios habían sido inducidos a reconocer al Dios de los hebreos como el único Dios verdadero, y suplicaron entonces que se les permitiese ampararse en los hogares de Israel cuando el ángel exterminador pasara por la tierra. Fueron recibidos con júbilo, y se comprometieron a servir de allí en adelante al Dios de Jacob, y a salir de Egipto con su pueblo.”—Patriarcas y Profetas, pág. 284.
Lunes
27 de abril
2. EL TIEMPO DE TRANSICIÓN
a. ¿Qué ceremonia fue instituida por Jesús al participar de la ordenanza de la Pascua por última vez? Lucas 22:19, 20; 1 Corintios 11:23–26.
“Cuando el Salvador dio su vida en el Calvario, cesó el significado de la pascua, y quedó instituida la santa cena para conmemorar el acontecimiento que había sido prefigurado por la pascua”. —Patriarcas y Profetas, pág. 581.
“La Pascua fue ordenada como conmemoración del libramiento de Israel de la servidumbre egipcia. Dios había indicado que, año tras año, cuando los hijos preguntasen el significado de este rito, se les repitiese la historia. Así había de mantenerse fresca en la memoria de todos, aquella maravillosa liberación. El rito de la cena del Señor fue dado para conmemorar la gran liberación obrada como resultado de la muerte de Cristo.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 608.
b. ¿Qué responsabilidad descansa en una persona, antes que tome parte en el servicio de la comunión? 1 Corintios 11:27–30; 2 Corintios 13:5.
“Existe la necesidad de examinarse íntimamente y de preguntarse a la luz de la Palabra de Dios: ¿Soy íntegro o corrupto de corazón? ¿Estoy renovado en Cristo o soy todavía carnal de corazón, cubierto sólo exteriormente con un vestido nuevo? Acercaos al tribunal de Dios y observad, como a la luz de Dios, si hay algún pecado secreto, alguna iniquidad, algún ídolo que no hayáis sacrificado. Orad, sí, orad como nunca antes para que no seáis engañados por los ardides de Satanás; para que no os entreguéis a un espíritu descuidado, indiferente, vano, y prestéis atención a los deberes religiosos para acallar vuestra propia conciencia.”—Mensajes Para los Jóvenes, págs. 81, 82.
“El santo Vigilante del cielo está presente en estos momentos para hacer de ellos momentos de escrutinio del alma, de convicción del pecado y de bienaventurada seguridad de que los pecados están perdonados. . . Se recuerdan las bendiciones olvidadas, las mercedes de las cuales se abusó, las bondades despreciadas. Quedan puestas de manifiesto las raíces de amargura que habían ahogado la preciosa planta del amor. Los defectos del carácter, el descuido de los deberes, la ingratitud hacia Dios, la frialdad hacia nuestros hermanos, son tenidos en cuenta. Se ve el pecado como Dios lo ve.”—El Deseado de Todas las Gentes, págs. 605, 606.
Martes
28 de abril
3. “EN MEMORIA DE MÍ”
a. ¿Cuál es el significado del mandato de Cristo: “Haced esto en memoria de mí”? Lucas 22:19, 20; 1 Corintios 11:24, 25.
“El día 14 del primer mes de los judíos, el mismo día y el mismo mes en que quince largos siglos antes el cordero pascual había sido inmolado, Cristo, después de haber comido la pascua con sus discípulos, estableció la institución que debía conmemorar su propia muerte como ‘Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo’ (Juan 1:29). En aquella misma noche fue aprehendido por manos impías, para ser crucificado e inmolado.”—El Conflicto de los Siglos, págs. 450, 451.
“Al establecer el servicio sacramental para que tomara el lugar de la pascua, Cristo dejó para su iglesia un monumento conmemorativo de su gran sacrificio por el hombre. ‘Haced esto—dijo Él—en memoria de mí’ (Lucas 22:19). Este era el punto de transición entre dos dispensaciones y sus dos grandes fiestas. La una había de concluir para siempre; la otra, que Él acababa de establecer, había de tomar su lugar, y continuar durante todo el tiempo como el monumento conmemorativo de su muerte.”—El Evangelismo, pág. 202.
b. ¿Con qué frecuencia debería ser celebrada la Cena del Señor—y hasta cuándo? 1 Corintios 11:26.
“Cristo tenía el propósito de que esa cena [sacramental] se conmemorara frecuentemente, a fin de recordarnos el sacrificio que había hecho al dar su vida por la remisión de los pecados de todos los que creyeran en Él y lo recibieran”. —La Maravillosa Gracia, pág. 152.
“La Cena del Señor no debería ser celebrada sólo ocasionalmente o anualmente, sino con más frecuencia que la pascua anual. Este solemne rito conmemoraba un acontecimiento mucho mayor que la liberación de los hijos de Israel de Egipto. Esa liberación simbolizaba la gran expiación que Cristo hizo con el sacrificio de su propia vida para la liberación final de su pueblo.”—The Spirit of Prophecy, tomo 1, pág. 203.
“Entonces me fue señalado el tiempo en que Jesús llevó a sus discípulos a solas, en el aposento alto, y primeramente lavó sus pies y, a continuación, les dio a comer del pan partido, para representar su cuerpo quebrantado, y el jugo de la vid para representar su sangre derramada. . . Todos deberían conmoverse de manera comprensiva y seguir el ejemplo de Jesús en estas cosas, y al asistir a estos ritos, estar tan separados de los incrédulos como sea posible.”—The Present Truth, 1º de noviembre de 1850.
Miércoles
29 de abril
4. EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO
a. En su debate con los líderes judíos, ¿qué verdad aclaró Jesús? Juan 6:32–35.
“No podemos, como individuos, mantener nuestra vida corporal a menos que comamos y bebamos por nosotros mismos del alimento temporal. A fin de mantener la vida y la salud espiritual, debemos alimentarnos de Jesucristo estudiando su palabra, y haciendo las cosas que Él ha ordenado en su palabra. Esto constituirá una unión íntima con Cristo. La rama que da fruto debe estar en la vid, ser parte de ella, recibiendo el alimento del tronco principal. Esto es vivir a través de la fe en el Hijo de Dios.”—The Review and Herald, 7 de junio de 1898.
“A la muerte de Cristo debemos aun esta vida terrenal. El pan que comemos ha sido comprado por su cuerpo quebrantado. El agua que bebemos ha sido comprada por su sangre derramada. Nadie, santo, o pecador, come su alimento diario sin ser nutrido por el cuerpo y la sangre de Cristo. La cruz del Calvario está estampada en cada pan. Está reflejada en cada manantial. Todo esto enseñó Cristo al designar los emblemas de su gran sacrificio.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 615.
b. ¿Cuál es el significado de las palabras: “Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida”? Juan 6:53–58.
“Comer la carne y beber la sangre de Cristo es recibirle como Salvador personal, creyendo que perdona nuestros pecados, y que somos completos en Él. Contemplando su amor, y espaciándonos en él, absorbiéndolo, es como llegamos a participar de su naturaleza. Lo que es el alimento para el cuerpo, debe serlo Cristo para el alma. El alimento no puede beneficiarnos a menos que lo comamos; a menos que llegue a ser parte de nuestro ser. Así también Cristo no tiene valor para nosotros si no le conocemos como Salvador personal. Un conocimiento teórico no nos beneficiará. Debemos alimentarnos de Él, recibirle en el corazón, de tal manera que su vida llegue a ser nuestra vida. Debemos asimilarnos su amor y su gracia.”—Ídem., pág. 353.
“‘El que come mi carne—dice Él, —y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí’ (Juan 6:54, 56, 57). Este pasaje se aplica en un sentido especial a la santa comunión. Mientras la fe contempla el gran sacrificio de nuestro Señor, el alma asimila la vida espiritual de Cristo. Y esa alma recibirá fuerza espiritual de cada comunión.”—Ídem., págs. 615, 616.
Jueves
30 de abril
5. LA GRAN CENA
a. ¿Qué glorioso evento debe animarnos a permanecer fieles en nuestra experiencia cristiana? Apocalipsis 19:6–9.
“Jesús, el Salvador compasivo, ha enviado a nuestro mundo la invitación general: ‘Venid, que ya todo está preparado’ (Lucas 14:17). ¿Imitaréis a los judíos, que rechazaron la invitación? A nosotros nos es dada la invitación, y el Señor les hará temer y temblar ante su palabra, a fin de que pueda encender en vuestro corazón esperanza, fe y santa confianza. Os ordena que busquéis primero el reino de Dios y su justicia, y promete que todas las cosas necesarias os serán añadidas. Él extiende ante vosotros las glorias del paraíso, y la pregunta es: ¿Aceptaréis su invitación?”—The Review and Herald, 5 de noviembre de 1895.
b. ¿Por quién y qué amable invitación es extendida a cada ser humano? Isaías 55:1–3; Apocalipsis 22:17.
“Dios ha pedido a este pueblo que dé al mundo el mensaje de la pronta venida de Cristo. Hemos de dar a los hombres la última invitación a la fiesta del Evangelio, la última invitación a la cena de bodas del Cordero. En miles de lugares donde no se ha oído el llamamiento, éste ha de ser oído todavía.”—Obreros Evangélicos, pág. 65.
“El amante y compasivo Jesús declara que hay un pecado mayor que aquel por el cual Sodoma fue destruida. Es el pecado de aquellos que, después de oír la invitación del evangelio de venir a la cena de bodas del Cordero, se apartan, y rehúsan responder a la invitación celestial. La invitación al banquete del evangelio es a menudo rechazada con excusas.”—The Review and Herald, 5 de noviembre de 1895.
Viernes
1 de mayo
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL
a. ¿Cómo está relacionada la Cena del Señor con el antiguo servicio de la pascua?
b. ¿Por qué un examen íntimo es tan importante antes de la comunión?
c. ¿Por qué los miembros de la iglesia deben separarse de los incrédulos en estas ocasiones?
d. ¿Qué experiencia diaria denota el “comer” y “beber” de Cristo?
e. ¿Qué evento debería animar tanto a nosotros como a los demás?