Back to top

Sabbath Bible Lessons

La Vida de Abrahán

 <<    >> 
Lección 10 Sábado, 11 de marzo de 2017

La Paciencia de Abrahán

“Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová” (Salmo 27:14).

“Cuando estamos en perplejidad, aun antes de que le presentemos nuestras dificultades, [Dios] dispone las cosas para nuestra liberación.”—Nuestra Elevada Vocación, pág. 318.

Lectura adicional:   El Camino a Cristo, págs. 93–104; 
  Nuestra Elevada Vocación, págs. 317–321. 

Domingo 5 de marzo

1. LOS DESEOS DEL CORAZÓN

a. ¿Cuál era el deseo más ferviente de Abrahán? Génesis 15:1–3. ¿Qué promete Dios a los que creen en él? Salmo 37:4, 5; Mateo 21:21, 22.

“Toda promesa que está en la Palabra de Dios es nuestra. En vuestras oraciones haced referencia a la palabra empeñada por Jehová y por la fe reclamad sus promesas. Su palabra es la garantía de que si pedís con fe recibiréis toda bendición espiritual. Seguid pidiendo y recibiréis abundantemente mucho más allá de lo que pidáis o penséis. Acostumbraos a tener confianza ilimitada en Dios. Echad todo vuestro cuidado sobre él. Esperad en él pacientemente y el hará.”—En Lugares Celestiales, pág. 71.

b. Cuando oramos a Dios para cumplir un deseo de nuestro corazón, ¿qué más deberíamos siempre incluir con nuestro pedido? Santiago 4:13–15; Mateo 26:39.

“Lo que conviene es encomendar nuestros deseos al sapientísimo Padre celestial, y después, depositar en él toda nuestra confianza. Sabemos que Dios nos oye si le pedimos conforme a su voluntad. Pero el importunarle sin espíritu de sumisión no está bien; nuestras oraciones no han de revestir forma de mandato, sino de intercesión.”—El Ministerio de Curación, págs. 175, 176.


Lunes 6 de marzo

2. UNA DEMORA MAYOR A LA ESPERADA

a. Explique cómo Dios contestó la oración de Abrahán tan pronto como él terminó su petición. Génesis 15:3, 4.

“Como Abrahán no tenía ningún hijo, en un primer momento pensó que su fiel siervo Eliezer, debería convertirse en su hijo adoptivo, y su heredero. Pero Dios le informa a Abrahán que su siervo no será su hijo y heredero, sino que él realmente tendrá un hijo.”—Spiritual Gifts, tomo 3, págs. 100, 101.

b. Aunque Dios había prometido inmediatamente un hijo a Abrahán, ¿por qué no reveló desde el principio la fecha cuando nacería su hijo? Hechos 1:6, 7; Proverbios 16:9; Salmo 34:8.

“El Señor tuvo la intención de demostrar la firme fe y confianza de Abrahán en las promesas que él le había hecho.”—Ídem., pág. 101.

“No necesitamos esperar que todo brille en este mundo. Las nubes y las tormentas se cernirán a nuestro alrededor, y debemos estar preparados para mantener nuestros ojos dirigidos hacia donde vimos la luz por última vez. Sus rayos pueden estar ocultos, pero… todavía brillan detrás de la nube. Es nuestra obra esperar, velar, orar y creer. Apreciaremos la luz del sol mucho más después que desaparezcan las nubes. Veremos la salvación de Dios si confiamos en él, tanto en la oscuridad como en la luz.”—Nuestra Elevada Vocación, pág. 320.

c. Cuando la oración no es contestada en el término en que esperamos, ¿en qué peligro estamos? 1 Corintios 10:9, 10; Hebreos 3:12–14. ¿Dónde nos llevará esto? Génesis 16:1–6.

“Cuando nos parezca que nuestras oraciones no son contestadas, debemos aferrarnos a la promesa; porque el tiempo de recibir contestación seguramente vendrá y recibiremos las bendiciones que más necesitamos. Por supuesto, pretender que nuestras oraciones sean siempre contestadas en la misma forma y según la cosa particular que pidamos, es presunción. Dios es demasiado sabio para equivocarse y demasiado bueno para negar un bien a los que andan en integridad. Así que no temáis confiar en él, aunque no veáis la inmediata respuesta de vuestras oraciones. Confiad en la seguridad de su promesa: ‘Pedid, y se os dará’ (Mateo 7:7).”—El Camino a Cristo, pág. 96.


Martes 7 de marzo

3. UN GALARDONADOR DE FE

a. ¿En qué dos cosas quiere Dios que creamos? Hebreos 11:6. ¿Cuál fue la prueba inicial de Abrahán? Génesis 15:4–6.

“No debemos presentar nuestras peticiones a Dios para probar si cumplirá su palabra, sino porque él la cumplirá; no para probar que nos ama, sino porque él nos ama.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 101.

b. En vista de que Dios rechazó a Ismael como la descendencia prometida, describa cómo el tiempo afectó la fe de Abrahán y de Sara en el cumplimiento por parte de Dios de su promesa. Génesis 17:15–18; 18:9–12.

“Cuando Abrahán tenía casi cien años, se le repitió la promesa de un hijo, Y se le aseguró que el futuro heredero sería hijo de Sara. Pero Abrahán todavía no comprendió la promesa. En seguida pensó en Ismael, aferrado a la creencia de que por medio de él se habían de cumplir los propósitos misericordiosos de Dios.”—Patriarcas y Profetas, pág. 142.

c. ¿Qué tiene cada oración contestada unida a sí misma? Génesis 18:14, 21:1, 2. ¿Qué deberíamos recordar siempre sobre el tiempo de Dios comparado con nuestro tiempo? Habacuc 2:3.

“Cada oración sincera recibirá una contestación. Tal vez no llegue ésta exactamente como deseáis, o cuando la esperéis; pero llegará de la manera y en la ocasión que mejor cuadren a vuestra necesidad. Las oraciones que elevéis en la soledad, en el cansancio, en la prueba, Dios las contestará, no siempre según lo esperabais, pero siempre para vuestro bien.”—Obreros Evangélicos, págs. 271, 272.

“Dios no siempre contesta nuestras oraciones la primera vez que le invocamos; porque si lo hiciera, podríamos dar por hecho que tenemos derecho a todas las bendiciones y favores que él nos ha otorgado. En lugar de escudriñar nuestros corazones para ver si existe algún mal en nosotros, si hemos permitido algún pecado, llegaríamos a ser descuidados y dejaríamos de comprender nuestra dependencia de él, y nuestra necesidad de su ayuda.”—The Review and Herald, 27 de marzo de 1913.


Miércoles 8 de marzo

4. LA NECESIDAD DE PACIENCIA

a. ¿Por qué Dios no siempre permite que una oración de cumpla inmediatamente? Santiago 1:2–4; Romanos 8:24, 25.

“Todos deseamos respuestas inmediatas y directas a nuestras oraciones, y estamos dispuestos a desalentarnos cuando la contestación tarda, o cuando llega en forma que no esperábamos. Pero Dios es demasiado sabio y bueno para contestar siempre a nuestras oraciones en el plazo exacto y en la forma precisa que deseamos. Él quiere hacer en nuestro favor algo más y mejor que el cumplimiento de todos nuestros deseos. Y por el hecho de que podemos confiar en su sabiduría y amor, no debemos pedirle que ceda a nuestra voluntad, sino procurar comprender su propósito y realizarlo. Nuestros deseos e intereses deben perderse en su voluntad. Los sucesos que prueban nuestra fe son para nuestro bien, pues denotan si nuestra fe es verdadera y sincera, y si descansa en la Palabra de Dios sola, o si, dependiente de las circunstancias, es incierta y variable. La fe se fortalece por el ejercicio.”—El Ministerio de Curación, pág. 176.

b. ¿Qué seguridad podemos tener en las promesas de Dios aunque ellas no siempre se cumplan cuando creemos que deberían cumplirse? Hebreos 6:13–18; Isaías 55:8–11; Salmo 27:14.

“Obren con fe, y confíen los resultados a Dios. Oren con fe, y el misterio de su providencia dará su respuesta. Tal vez parezca, a veces, que no pueden tener éxito. Pero trabajen y crean, poniendo en sus esfuerzos fe, esperanza y valor. Después de hacer lo que puedan, esperen en el Señor, declarando su fidelidad, y él cumplirá su palabra. Aguarden, no con ansiedad inquieta, sino con fe indómita y confianza inconmovible.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 7, págs. 232, 233.

“Aguarden en Jehová; y lo repito: Aguarden en el Señor. Podemos pedir a los agentes humanos y no recibir. Podemos pedir a Dios y él dice: ‘Recibirás’. En consecuencia, saben a quién acudir, saben en quién confiar. No deben confiar en el hombre o poner a la carne por su brazo. Descansen tan completamente como quieran sobre el Poderoso que ha dicho: ‘¿Forzará alguien mi fortaleza? Haga conmigo paz; sí, haga paz contigo’ (Isaías 27:5). Entonces, aguarden y velen y oren manteniendo su rostro constantemente vuelto hacia el Sol de justicia.”—Reflejemos a Jesús, pág. 111.


Jueves 9 de marzo

5. LA PACIENCIA DE LOS SANTOS

a. ¿Qué característica describe al pueblo remanente de Dios? Apocalipsis 14:12. ¿Por qué el amor, el peldaño más alto de la escalera cristiana, no es mencionado? 2 Pedro 1:5–7; Santiago 5:7, 8.

“Sólo si nuestro propósito es constante y nuestro esfuerzo incansable, ganaremos la victoria al final. El que persevera hasta el fin, ése será salvo. Los que pacientemente persisten en el bien hacer, tendrán vida eterna y recibirán la recompensa inmortal… Todos los que están empeñados en este conflicto con Satanás y sus huestes, tienen que hacer frente a una tarea bien difícil. No deben ser tan impresionables como la cera, que el fuego derrite y le da cualquier forma. Deben ser capaces de soportar inclemencias como cualquier soldado, permanecer en sus puestos, y ser fieles constantemente.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 2, pág. 93.

b. Explique cómo Dios usa nuestras pruebas actuales para prepararnos para el regreso de nuestro Señor. Hebreos 10:35–39; Mateo 25:5; 24:13, 42–44.

“En la vida religiosa de toda alma que salga finalmente victoriosa habrá escenas de terrible perplejidad y prueba; pero su conocimiento de las Escrituras la habilitará para recordar las promesas animadoras de Dios, que consolarán su corazón y fortalecerán su fe en el poder del Poderoso… La prueba de la fe es más preciosa que el oro. Todos deben aprender que ésta es parte de la disciplina en la escuela de Cristo, que es esencial para purificarlos y refinarlos de la escoria terrenal.”—La Maravillosa Gracia, pág. 81.


Viernes 10 de marzo

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL

1. ¿Nos concederá Dios todo deseo de nuestro corazón?

2. ¿Cómo deberíamos reaccionar cuando cada oración no es contestada de la manera en que pensamos?

3. ¿Por qué “el tiempo” puede ser el mayor desafío a nuestra fe?

4. En un mundo de tecnología instantánea, ¿qué cualidad debemos cultivar?

5. ¿Por qué fracasan aquellos que dejan de desarrollar una confianza paciente en la Palabra de Dios?

 <<    >>