Domingo
29 de enero
1. LOS VERDADEROS HIJOS DE ABRAHÁN
a. ¿Qué dice la Biblia acerca de los verdaderos hijos de Abrahán como verdaderos israelitas? Romanos 9:6–8; Gálatas 3:7–9.
“A Isaías le tocó presentar claramente a Judá la verdad de que entre el Israel de Dios iban a contarse muchos que no eran descendientes de Abrahán según la carne. Esta enseñanza no armonizaba con la teología de su época; y sin embargo proclamó intrépidamente los mensajes que Dios le daba, e infundió esperanza a muchos corazones que anhelaban las bendiciones espirituales prometidas a la simiente de Abrahán.”—Profetas y Reyes, pág. 272.
b. ¿Cómo pueden los gentiles, que no son hijos por descendencia literal, ser ahora considerados como la verdadera descendencia de Abrahán? Romanos 9:30; 4:11, 12, 16, 17.
“Todos los que llegasen a ser por Cristo hijos de la fe habían de ser contados como simiente de Abrahán; serían herederos de las promesas del pacto; como Abrahán serían llamados a cumplir y comunicar al mundo la ley de Dios y el Evangelio de su Hijo.”—Patriarcas y Profetas, pág. 508.
Lunes
30 de enero
2. HIJOS ADOPTIVOS DE ABRAHÁN
a. Mediante la fe en Cristo como la simiente prometida de Abrahán, ¿en qué familia somos adoptados? Romanos 8:14–16; Gálatas 4:4–7.
“Dios quiere que todos los hombres se salven, porque se ha hecho una amplia provisión para pagar el rescate del hombre, mediante su Hijo unigénito. Aquellos que perezcan, perecerán porque rehusarán ser adoptados como hijos de Dios a través de Jesucristo. El orgullo del hombre le impide que acepte la provisión para la salvación.”—Nuestra Elevada Vocación, pág. 80.
b. ¿Cómo el sacrificio de Jesucristo puede convertirnos en hijos de Dios, aún hijos de la fe, y a quién se aplica esto? Gálatas 3:27–29.
“Los hombres pueden realizar grandes obras a los ojos del mundo; sus logros pueden ser muchos y de un alto nivel a la vista de los hombres, pero todo el talento, toda la habilidad, toda la capacidad del mundo no lograrán transformar el carácter y hacer de un hijo degradado del pecado, un hijo de Dios, un heredero del cielo. Los hombres no tienen poder alguno para justificar el alma, para santificar el corazón… El más alto don del cielo, el Unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad, es el único capaz de redimir al perdido… El sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario es una cuestión que supera todo el poder abrumador del pecado; y cuando el sentido del pecado presiona sobre el corazón del pecador, y la carga parece intolerable, Jesús lo invita a contemplarle y vivir.”—The Signs of the Times, 2 de mayo de 1892.
c. Explique por qué los hijos de Abrahán son de toda tribu y nación en vez de solamente de Israel. Apocalipsis 7:9, 10; Génesis 17:4–6; Hechos 10:34, 35.
“Cristo no reconocía distinción de nacionalidad, jerarquía o credo. Los escribas y fariseos querían acaparar todos los dones del cielo en favor de su nación, con exclusión del resto de la familia de Dios en el mundo entero. Pero Jesús vino para derribar toda barrera de separación. Vino a mostrar que el maravilloso don de su misericordia y de su amor, como el aire, la luz o la lluvia que refresca el suelo, no reconoce límites.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 9, pág. 153.
Martes
31 de enero
3. LOS FALSOS HIJOS DE ABRAHÁN
a. ¿Por qué la mayor parte de los descendientes literales de Abrahán se han descalificado para ser verdaderos israelitas a los ojos de Dios? Romanos 10:1–4.
“Por sus pecados los judíos se estaban separando ellos mismos de Dios. Eran incapaces de discernir el profundo significado espiritual de su servicio simbólico. Dominados por un sentimiento de justicia propia, confiaban en sus propias obras, en los sacrificios y los ritos mismos, en vez de los méritos de Aquel a quien señalaban todas esas cosas. De este modo, ‘ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia’ (Romanos 10:3), se encerraron en un formalismo egoísta. Careciendo del Espíritu y de la gracia de Dios, procuraron suplir esta falta mediante una rigurosa observancia de las ceremonias y los ritos religiosos. Sin conformarse con los ritos que Dios mismo había ordenado, agravaron los mandamientos divinos con innumerables exacciones propias. Cuanto más se alejaban de Dios, más rigurosos se volvían en la observancia de esas formas.”—Profetas y Reyes, pág. 523.
b. ¿Cuál es la única manera en que podemos ser justificados ante Dios? Gálatas 3:11,12; 2:16. ¿Qué cambio será evidente en la vida de los que han sido justificados por la fe?
“La justificación es enteramente por gracia y no se consigue por ninguna obra que el hombre caído pueda realizar.”—Fe y Obras, pág. 18.
“El corazón orgulloso lucha para ganar la salvación; pero tanto nuestro derecho al cielo como nuestra idoneidad para él, se hallan en la justicia de Cristo. El Señor no puede hacer nada para sanar al hombre hasta que, convencido éste de su propia debilidad y despojado de toda suficiencia propia, se entrega al dominio de Dios. Entonces puede recibir el don que Dios espera concederle.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 267.
“El que está tratando de alcanzar el cielo por sus propias obras observando la ley, está intentando lo imposible. No hay seguridad para el que tenga sólo una religión legal, sólo una forma de la piedad. La vida del cristiano no es una modificación o mejora de la antigua, sino una transformación de la naturaleza. Se produce una muerte al yo y al pecado, y una vida enteramente nueva. Este cambio puede ser efectuado únicamente por la obra eficaz del Espíritu Santo.”—Ídem., pág. 143.
Miércoles
1 de febrero
4. LOS SIERVOS DE ABRAHÁN
a. Aquellos que no abrazan la fe de Abrahán en Cristo como la simiente prometida, son considerados como siervos, en vez de hijos o hijas. ¿Qué sucederá con ellos? Génesis 16:3–6; Gálatas 4:30, 31.
“Noé y su familia estaban en el arca; ‘y Jehová le cerró la puerta.’… La maciza puerta, que no podían cerrar los que estaban dentro, fue puesta lentamente en su sitio por manos invisibles. Noé quedó adentro y los que habían desechado la misericordia de Dios quedaron afuera. El sello del cielo fue puesto sobre la puerta; Dios la había cerrado, y sólo Dios podía abrirla. Asimismo, cuando Cristo deje de interceder por los hombres culpables, antes de su venida en las nubes del cielo, la puerta de la misericordia será cerrada. Entonces la gracia divina ya no refrenará más a los impíos, y Satanás tendrá dominio absoluto sobre los que hayan rechazado la misericordia divina.”—Patriarcas y Profetas, pág. 86.
b. ¿De quién y para qué son ellos realmente siervos? Juan 8:31–35, 39–44.
“‘¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis?’ (Romanos 6:16). Si nos entregamos a la ira, la lujuria, la codicia, el odio, el egoísmo, o cualquier otro pecado, nos volvemos esclavos del pecado. ‘Ninguno puede servir a dos señores’ (Mateo 6:24). Si servimos al pecado, no podemos servir a Cristo.”—The Review and Herald, 15 de noviembre de 1887.
c. ¿Por qué los que rechazan a Cristo nunca podrán entrar en la tierra de Canaán que fue prometida a Abrahán y su descendencia? Hebreos 3:17–19; Hechos 4:10–12; Gálatas 3:9.
“Durante cuarenta años, la incredulidad, la murmuración y la rebelión impidieron la entrada del antiguo Israel en la tierra de Canaán. Los mismos pecados han demorado la entrada del moderno Israel en la Canaán celestial. En ninguno de los dos casos faltaron las promesas de Dios. La incredulidad, la mundanalidad, la falta de consagración y las contiendas entre el profeso pueblo de Dios nos han mantenido en este mundo de pecado y tristeza tantos años.”—El Evangelismo, pág. 505.
Jueves
2 de febrero
5. UNA ADVERTENCIA A LA IGLESIA
a. ¿Qué advertencia fue dada a la iglesia en Galacia, y por qué? Gálatas 3:1–6; 4:7–11.
“La redención que fue hecha para nosotros por nuestro Señor en la cruz del Calvario debiera llevarnos a obedecer la ley de Dios, haciendo posible que, mediante su justicia imputada, guardemos la ley de Dios…
“No hay nada tan ofensivo para Dios como el pecado. En vez de invalidar la Ley de Dios al permanecer en el pecado, cada alma realmente convertida transitará el sendero de la humilde obediencia a todos los mandamientos de Dios. Indagará en las Escrituras para conocer la verdad. ¿Quién embelesó al impenitente, al transgresor que escoge el pecado y no la verdad? Es el poder de Satanás que llegó a Adán y Eva en el Edén, el poder capcioso y cautivante del ángel caído.”—Alza Tus Ojos, pág. 207.
b. ¿Cómo las luchas de Abrahán con su propia fe permanecen como una lección para nosotros? Génesis 15:3–6; 17:17, 18; Hebreos 4:1, 2. Por otra parte, ¿qué fe verdadera nos es dada? 1 Juan 5:4, 5.
“La vida del cristiano debería ser una vida de fe, de victoria, y de gozo en Dios… Dios puede y quiere conceder a sus siervos toda la fuerza que ellos necesiten y darles la sabiduría que sus diversas necesidades exijan. El hará más que cumplir las más altas expectaciones de aquellos que ponen su confianza en él.”—La Fe Por la Cual Vivo, pág. 128.
Viernes
3 de febrero
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL
1. ¿Cuán importante es la fe para un cristiano?
2. ¿Por qué un cristiano puede llamar a Dios como su Padre?
3. ¿Cómo podemos evitar ser maldecidos por Dios?
4. ¿Cuál es la diferencia entre ser el siervo de Abrahán y su hijo o hija?
5. ¿Cómo podemos ser hechizados por el diablo corrompiendo nuestra fe?