Domingo
22 de enero
1. EL HIJO DE LA PROMESA
a. ¿Por qué Isaac es llamado el hijo de la promesa? Génesis 15:2, 3; 17:15, 16; 18:9–14 (comparar con Gálatas 4:22, 23, 27, 28).
b. ¿Cómo Abrahán y Sara trataron de ayudar al Señor a cumplir su promesa de un hijo? Génesis 16:1–4.
“Abrahán había aceptado sin hacer pregunta alguna la promesa de un hijo, pero no esperó a que Dios cumpliese su palabra en su oportunidad y a su manera. Fue permitida una tardanza, para probar su fe en el poder de Dios, pero fracasó en la prueba. Pensando que era imposible que se le diera un hijo en su vejez, Sara sugirió como plan mediante el cual se cumpliría el propósito divino, que una de sus siervas fuese tomada por Abrahán como esposa secundaria. La poligamia se había difundido tanto que había dejado de considerarse pecado; violaba, sin embargo, la ley de Dios y destruía la santidad y la paz de las relaciones familiares. El casamiento de Abrahán con Agar fue un mal, no sólo para su propia casa, sino también para las generaciones futuras.”—Patriarcas y Profetas, pág. 141.
Lunes
23 de enero
2. UN HIJO DE ESCLAVITUD
a. ¿Cómo reaccionó Dios cuando Abrahán presentó a Ismael como el hijo de la promesa? Génesis 17:15–21.
“Cuando Abrahán tenía casi cien años, se le repitió la promesa de un hijo. Y se le aseguró que el futuro heredero sería hijo de Sara. Pero Abrahán todavía no comprendió la promesa. En seguida pensó en Ismael, aferrado a la creencia de que por medio de él se habían de cumplir los propósitos misericordiosos de Dios. En su afecto por su hijo exclamó: ‘Ojalá Ismael viva delante de ti.’ Nuevamente se le dio la promesa en palabras inequívocas: ‘Ciertamente Sara tu mujer te parirá un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él’ (Génesis 17:18, 19).”—Patriarcas y Profetas, pág. 142.
b. ¿Por qué Dios rehusó aceptar a Ismael como la simiente prometida? Gálatas 4:22, 23, 30; Romanos 14:23 (última parte).
“La falta de fe de Abrahán y de Sara había dado lugar al nacimiento de Ismael, mezcla de la simiente justa con la impía. La influencia del padre sobre su hijo era contrarrestada por la de los idólatras parientes de su madre, y por la unión de Ismael con mujeres paganas.”—Ídem., pág. 171.
c. ¿Qué verdad esencial habría perdido Abrahán si Dios hubiera aceptado a Ismael como la simiente prometida? Romanos 4:1–5, 21, 22.
“El premio no se otorga por las obras, a fin de que nadie se alabe; mas es todo por gracia.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 331.
“Cuando descansamos individualmente en Cristo, con plena certeza de fe, confiando sólo en la eficacia de su sangre para limpiarnos de todo pecado, tendremos paz al creer que Dios es capaz de hacer lo que ha prometido.”—Mensajes Selectos, tomo 3, pág. 206.
“[Se cita Filipenses 4:4–7.] La promesa en sí misma no tiene valor a menos que yo crea que el que la hizo es suficientemente capaz de cumplirla y que posee poder infinito para hacer lo que ha dicho.”—Cada Día con Dios, pág. 156.
Martes
24 de enero
3. HIJOS DE ESCLAVITUD
a. Explique qué clase de personas representan espiritualmente Ismael y su madre Agar, y por qué. Génesis 16:4–6; Gálatas 4:22, 23.
b. ¿Por qué el apóstol Pablo describe a los judíos que vivían en Jerusalén en su tiempo como esclavos, al igual que Agar e Ismael? Juan 8:31–36; Romanos 9:6–8.
“Todo aquel que rehúsa entregarse a Dios está bajo el dominio de otro poder. No es su propio dueño. Puede hablar de libertad, pero está en la más abyecta esclavitud. No le es dado ver la belleza de la verdad, porque su mente está bajo el dominio de Satanás. Mientras se lisonjea de estar siguiendo los dictados de su propio juicio, obedece la voluntad del príncipe de las tinieblas. Cristo vino a romper las cadenas de la esclavitud del pecado para el alma.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 431.
“Dios ha hecho mucho para posibilitarnos la libertad en Cristo, para libertarnos de la esclavitud de los malos hábitos y de las malas inclinaciones. Queridos jóvenes amigos, ¿no os esforzaréis por ser libres en Cristo?”—Nuestra Elevada Vocación, pág. 31.
c. ¿Sobre quién y sobre qué los judíos según la carne (los descendientes literales de Abrahán) colocaban su confianza para recibir la bendición de Dios? Juan 8:37–40; Filipenses 3:3–9; Gálatas 6:12, 13.
“Los judíos pretendían haber descendido de Abrahán; mas al dejar de hacer las obras de Abrahán demostraron no ser verdaderos hijos. Tan sólo aquellos que demuestran estar espiritualmente en armonía con Abrahán, al obedecer la voz de Dios, son considerados como sus verdaderos descendientes.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 212.
“San Pablo dice que ‘en cuanto a justicia que haya en la ley’, es decir, en cuanto se refiere a las obras externas, era ‘irreprensible’ (Filipenses 3:6), pero cuando comprendió el carácter espiritual de la ley, se vio a sí mismo pecador. Juzgado por la letra de la ley como los hombres la aplican a la vida externa, se había abstenido de pecado; pero cuando miró en la profundidad de sus santos preceptos y se vio como Dios lo veía, se humilló profundamente y confesó su maldad.”—El Camino a Cristo, pág. 28.
Miércoles
25 de enero
4. UNA ALEGORÍA
a. Cuando confiamos en nuestras propias obras para ser aceptos por Dios, antes que en Cristo, ¿bajo qué pacto caemos? Gálatas 4:21–25; 3:10; 2 Corintios 3:14, 15.
“Los israelitas no percibían la pecaminosidad de su propio corazón, y no comprendían que sin Cristo les era imposible guardar la ley de Dios; y con excesiva premura concertaron su pacto con Dios. Creyéndose capaces de ser justos por sí mismos, declararon: ‘Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos’ (Éxodo 24:7);... y sin embargo, apenas unas pocas semanas después, quebrantaron su pacto con Dios al postrarse a adorar una imagen fundida. No podían esperar el favor de Dios por medio de un pacto que ya habían roto; y entonces viendo su pecaminosidad y su necesidad de perdón, llegaron a sentir la necesidad del Salvador revelado en el pacto de Abrahán y simbolizado en los sacrificios. De manera que mediante la fe y el amor se vincularon con Dios como su libertador de la esclavitud del pecado. Ya estaban capacitados para apreciar las bendiciones del nuevo pacto…
“El nuevo pacto se estableció sobre ‘mejores promesas,’ la promesa del perdón de los pecados y de la gracia de Dios para renovar el corazón y ponerlo en armonía con los principios de la ley de Dios…
“La misma ley que fue grabada en tablas de piedra es escrita por el Espíritu Santo sobre las tablas del corazón. En vez de tratar de establecer nuestra propia justicia, aceptamos la justicia de Cristo. Su obediencia es aceptada en nuestro favor. Entonces el corazón renovado por el Espíritu Santo producirá los frutos del Espíritu. Mediante la gracia de Cristo viviremos obedeciendo a la ley de Dios escrita en nuestro corazón. Al poseer el Espíritu de Cristo, andaremos como él anduvo.”—Patriarcas y Profetas, págs. 388, 389.
b. ¿Por qué es evidente que una persona no puede volverse justa delante Dios guardando la ley? Gálatas 2:21; 3:11, 12.
“Si no fuera por el sacrificio expiatorio de Cristo no habría nada en nosotros que pudiera agradar a Dios. Toda la natural bondad del hombre carece de valor a la vista de Dios. No se complace en nadie que retiene su antigua naturaleza y no es renovado en conocimiento y gracia al punto de ser un nuevo hombre en Cristo.”—La Maravillosa Gracia de Dios, pág. 66.
Jueves
26 de enero
5. PERSECUCIÓN FRATERNAL
a. ¿Qué hecho usa el apóstol Pablo para ilustrar la persecución de la iglesia cristiana por parte de los judíos? Gálatas 4:28, 29; Génesis 21:6–10.
b. ¿Por qué los hijos espirituales siempre serán perseguidos por los hijos carnales? Juan 15:17–22; Juan 3:19, 20; Gálatas 5:17 (primera parte).
“Caín odió y mató a su hermano, no porque Abel le hubiese causado algún mal, sino ‘porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.’ (1 Juan 3: 12.) Asimismo odiaron los impíos en todo tiempo a los que eran mejores que ellos. La vida de obediencia de Abel y su fe pronta para responder eran un perpetuo reproche para Caín… Cuanto más clara sea la luz celestial reflejada por el carácter de los fieles siervos de Dios, tanto más a lo vivo quedan revelados los pecados de los impíos, y tanto más firmes serán los esfuerzos que harán por destruir a los que turban su paz.”—Patriarcas y Profetas, pág. 62.
“No hay duda de que los cristianos primitivos fueron un pueblo peculiar. Su conducta intachable y su fe inquebrantable constituían un reproche continuo que turbaba la paz del pecador. Aunque pocos en número, escasos de bienes, sin posición ni títulos honoríficos, aterrorizaban a los obradores de maldad dondequiera que fueran conocidos su carácter y sus doctrinas… Por ese mismo motivo los judíos habían rechazado y crucificado al Salvador, es a saber, porque la pureza y la santidad del carácter de éste constituían una reprensión constante para su egoísmo y corrupción. Desde el tiempo de Cristo hasta hoy, sus verdaderos discípulos han despertado el odio y la oposición de los que siguen con deleite los senderos del mal.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 50.
Viernes
27 de enero
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL
1. ¿Cómo únicamente pueden cumplirse las promesas de Dios?
2. ¿Por qué Dios nunca aceptará las obras de la carne como justicia?
3. ¿Por qué nunca podemos colocar la confianza en nuestra herencia, nuestra carne, o nuestras obras?
4. ¿Por qué es imposible ser justificado por las obras de la ley?
5. Describa la clase de guerra que los cristianos deben esperar debido a su fe.