Domingo
26 de junio
1. UNA REPRESENTACIÓN HUMANA DE DIOS
a. ¿Por qué necesitamos a Jesús como nuestro Salvador? Romanos 5:12; 6:23. ¿Qué sucederá a los que no les interese ser salvos del pecado y sus consecuencias? 2 Tesalonicenses 1:8, 9; Apocalipsis 20:9, 14.
“En las llamas purificadoras [del juicio final de Dios], quedan por fin destruidos los impíos, raíz y rama, —Satanás la raíz, sus secuaces las ramas.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 731.
b. ¿Qué fue profetizado sobre la encarnación de Cristo? Hebreos 10:5. ¿Qué nombres le fueron dados antes de su nacimiento, y por qué? Mateo 1:21–23. ¿Cuál es el significado de estos nombres con relación al plan de redención? Lucas 19:10; Hebreos 7:25.
“Cristo estaba por visitar nuestro mundo, y encarnarse. Él dice: ‘Un cuerpo me has preparado’ (Hebreos 10:5). Si hubiese aparecido con la gloria que tenía con el Padre antes que el mundo fuese, no podríamos haber soportado la luz de su presencia. A fin de que pudiésemos contemplarla y no ser destruidos, la manifestación de su gloria fue velada. Su divinidad fue cubierta de humanidad, la gloria invisible tomó forma humana visible.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 14.
Lunes
27 de junio
2. NUESTRA GRAN NECESIDAD
a. ¿Cuál fue el motivo de Dios para enviar a su Hijo a salvarnos? Juan 3:16.
“Dios no ordenó que el pecado existiese, sino que previó su existencia, e hizo provisión para hacer frente a la terrible emergencia. Tan grande fue su amor por el mundo, que se comprometió a dar a su Hijo unigénito ‘para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna’ (Juan 3:16).”—El Deseado de Todas las Gentes, págs. 14, 15.
b. ¿Qué paralelo puede ser visto entre Éxodo 25:8 y Mateo 1:23? Juan 1:14.
“Así también en la columna de nube de día y la columna de fuego de noche, Dios se comunicaba con Israel, les revelaba su voluntad a los hombres, y les impartía su gracia. La gloria de Dios estaba suavizada, y velada su majestad, a fin de que la débil visión de los hombres finitos pudiese contemplarla. Así Cristo había de venir en ‘el cuerpo de nuestra bajeza’ (Filipenses 3:21), ‘hecho semejante a los hombres.’ A los ojos del mundo, no poseía hermosura que lo hiciese desear; sin embargo era Dios encarnado, la luz del cielo y de la tierra. Su gloria estaba velada, su grandeza y majestad ocultas, a fin de que pudiese acercarse a los hombres entristecidos y tentados.
“Dios ordenó a Moisés respecto a Israel: ‘Hacerme han un santuario, y yo habitaré entre ellos’ (Éxodo 25:8), y moraba en el santuario en medio de su pueblo. Durante todas sus penosas peregrinaciones en el desierto, estuvo con ellos el símbolo de su presencia. Así Cristo levantó su tabernáculo en medio de nuestro campamento humano.”—Ídem., págs. 14, 15.
c. ¿Cómo el nombre “Emmanuel” sigue siendo una realidad aún después de la ascensión de Cristo? Mateo 28:20.
“Cristo ha hecho toda provisión para que su iglesia sea un cuerpo transformado, iluminado con la Luz del mundo, que posea la gloria de Emmanuel. Es su propósito que todo cristiano esté rodeado de una atmósfera espiritual de luz y paz. Desea que nosotros revelemos su propio gozo en nuestra vida.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 345.
Martes
28 de junio
3. VIDA ETERNA O MUERTE ETERNA
a. Mientras la segunda muerte (que es la extinción o aniquilación) está reservada para aquellos que han despreciado el amor y la misericordia de Dios y han descuidado su provisión (al enviar a Cristo), ¿qué seguridad es dada a los que deciden vivir? Juan 5:29 (primera mitad); Romanos 2:6, 7; Apocalipsis 20:6; 21:4.
b. ¿Qué es la vida eterna? ¿Dónde y cuándo comienza la vida eterna? Juan 17:3; 3:36; 5:24; 1 Juan 2:25; 5:11, 12, 20.
“La vida eterna consiste en recibir los principios vivientes de las Sagradas Escrituras y en hacer la voluntad de Dios. Esto es comer la carne y beber la sangre del Hijo de Dios. A los que hacen esto les son reveladas la vida y la inmortalidad mediante el Evangelio, porque la Palabra es verdad, espíritu y vida. Todos los que creen en Jesucristo como su Salvador personal tienen el privilegio de alimentarse de la Palabra de Dios. La influencia del Espíritu Santo convierte a esa Palabra, la Biblia, en una verdad inmortal, que proporciona fibra y músculo espirituales a quien investiga con espíritu de oración.
“Cristo declaró: ‘Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí’ (Juan 5: 39). Los que cavan debajo de la superficie encuentran las gemas de la verdad que están ocultas. El Espíritu Santo acompaña al investigador fervoroso. Su inspiración fulgura sobre la Palabra, estampa la verdad sobre la mente y le da una importancia renovada y actual. El investigador se siente invadido por una sensación de paz y de gozo que nunca había experimentado.”—Mensajes Selectos, tomo 2, págs. 44, 45.
“A medida que entramos por Jesús en el descanso, empezamos aquí a disfrutar del cielo. Respondemos a su invitación: Venid, aprended de mí, y al venir así comenzamos la vida eterna. El cielo consiste en acercarse incesantemente a Dios por Cristo. Cuanto más tiempo estemos en el cielo de la felicidad, tanto más de la gloria se abrirá ante nosotros; y cuanto más conozcamos a Dios, tanto más intensa será nuestra felicidad. A medida que andamos con Jesús en esta vida, podemos estar llenos de su amor, satisfechos con su presencia. Podemos recibir aquí todo lo que la naturaleza humana puede soportar. Pero, ¿qué es esto comparado con lo que nos espera más allá?”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 299.
Miércoles
29 de junio
4. EL MUNDO DIVIDIDO EN DOS CLASES
a. Describa las dos clases espirituales de personas y explique la diferencia que se hará evidente cuando sea demasiado tarde para hacer un cambio. Malaquías 3:15–18.
“Todo el que entre por las puertas de perlas de la ciudad de Dios será hacedor de la Palabra. Será participante de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.”—Cada Día Con Dios, pág. 94.
b. ¿Qué dice la Biblia sobre la fe nominal que lleva a millones de profesos cristianos a tener sólo una opinión favorable sobre Cristo, sin nunca haberlo recibido como su Salvador personal? Santiago 2:19, 20; Mateo 7:21–23.
“Muchos tienen una fe nominal en Cristo, pero no saben nada de aquella vital dependencia en Cristo, la cual se apropia de los méritos de un Salvador crucificado y resucitado.... Muchos reconocen que Jesucristo es el Salvador del mundo, pero al mismo tiempo se mantienen apartados de Él y no aprovechan la ocasión de arrepentirse de sus pecados y de aceptar a Jesús como a su Salvador personal.”—Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 456, 457.
c. ¿Cuándo será decidido para siempre el destino de las dos clases? Daniel 12:1; Lucas 13:23–25; Apocalipsis 22:11, 12.
“No habrá más tiempo de gracia después del juicio. Una vez concluida la obra del Evangelio, sigue inmediatamente la separación de los buenos y los malos, y el destino de cada clase de personas queda fijado para siempre.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 94.
“Ahora es el tiempo oportuno para que trabajemos nosotros, precisamente ahora, mientras dura el día. Pero nadie ha recibido la orden de escudriñar las Escrituras a fin de asegurar, si es posible, cuándo terminará el tiempo de gracia. Dios no ha concedido tal mensaje a ningún labio mortal. Él no quiere que ninguna lengua mortal declare aquello que ha ocultado en sus concilios secretos.”—Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 224, 225.
Jueves
30 de junio
5. UN MISTERIO: UN ESPÍRITU Y UNA VIDA CON CRISTO
a. ¿Cómo sabemos por las Escrituras que, si deseamos estar en el reino, debemos tener una experiencia victoriosa—debemos tener a “Dios con nosotros”—lo cual es más que tener una opinión? Gálatas 2:20; Juan 14:16–18, 23; Apocalipsis 3:20.
“Por su humanidad, Cristo tocaba a la humanidad; por su divinidad, se asía del trono de Dios. Como Hijo del hombre, nos dio un ejemplo de obediencia; como Hijo de Dios, nos imparte poder para obedecer.... ‘Dios con nosotros’ es la seguridad de nuestra liberación del pecado, la garantía de nuestro poder para obedecer la ley del cielo.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 16.
b. ¿Cómo nos es transmitida la vida eterna si estamos unidos con Cristo—es decir, si tenemos a “Dios con nosotros”? 1 Corintios 6:17; Romanos 8:11.
“Cristo se hizo carne con nosotros, a fin de que pudiésemos ser espíritu con Él. En virtud de esta unión hemos de salir de la tumba, no simplemente como manifestación del poder de Cristo, sino porque, por la fe, su vida ha llegado a ser nuestra. Los que ven a Cristo en su verdadero carácter, y le reciben en el corazón, tienen vida eterna. Por el Espíritu es como Cristo mora en nosotros; y el Espíritu de Dios, recibido en el corazón por la fe, es el principio de la vida eterna.”—Ídem., pág. 352.
Viernes
1 de julio
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL
1. ¿Cuál es el significado del nombre Emanuel, y cómo está relacionado esto con el plan de salvación?
2. ¿Cómo la promesa de Cristo en Mateo 28:20 confirma el significado del nombre Emanuel incluso hoy?
3. Explique las promesas de Cristo en Juan 3:36; 5:24, 39.
4. ¿Cómo podemos distinguir a los cristianos genuinos de los nominales?
5. Explique el comienzo de la vida eterna.