Orando por el Espíritu Santo “Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno” (Zacarías 10:1).
Lectura adicional:
Testimonios para los Ministros, págs. 506–512.
“Debemos orar por el derramamiento del Espíritu con tanto ahínco como lo hicieron los discípulos en el día del Pentecostés. Si ellos lo necesitaban en aquel tiempo, nosotros lo necesitamos más hoy día. La oscuridad moral, cual paño mortuorio, cubre la tierra. Toda clase de falsas doctrinas, herejías y engaños satánicos están desviando las mentes de los hombres. Sin el Espíritu y el poder de Dios, trabajaremos en vano por presentar la verdad.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 147.
1. LA PROMESA PROMETIDA Domingo2 de septiembre
a. ¿Qué poder nos es prometido si nos entregamos completamente a Dios? Hechos 1:5, 8. ¿Con qué propósito es prometido este poder? Lucas 6:38 (primera parte)“No es debido a que Dios imponga alguna restricción por lo que las riquezas de su gracia no afluyen hacia los hombres. Su don es divino. Él ha dado con una liberalidad que los hombres no pueden apreciar, porque no tienen deseos de recibir. Si estamos dispuestos a recibir, todos seremos llenos del Espíritu Santo… Nos satisface demasiado fácilmente el rizamiento de la superficie de las aguas, cuando podríamos esperar la profunda agitación del Espíritu de Dios.“Cuando recibamos ese don, todos los demás serán nuestros porque debemos poseer este don de acuerdo con la plenitud de las riquezas de la gracia de Cristo. Y él está dispuesto a abastecer a cada alma según la capacidad que tenga de recibir. Por consiguiente, no nos satisfagamos con una pequeña parte de esta bendición, solamente con la porción que impedirá que caigamos en el letargo de la muerte. En cambio, busquemos con diligencia la abundancia de la gracia de Dios.”—Mi Vida Hoy, pág. 58.“Lo que recibimos de Cristo debemos darlo a otros… Ninguno de los que han recibido la gracia de Cristo puede guardarla para sí.”—El Ministerio Médico, pág. 444.
2. PREPARÁNDONOS PARA RECIBIR EL PODER Lunes3 de septiembre
a. ¿Cómo se hallaban los discípulos a fin de recibir la bendición prometida? Lucas 24:49.“En obediencia a la orden de Cristo, aguardaron en Jerusalén la promesa del Padre, el derramamiento del Espíritu. No aguardaron ociosos. El relato dice que estaban ‘de continuo en el templo, alabando y bendiciendo a Dios’ (Lucas 24:53). También se reunieron para presentar sus pedidos al Padre en el nombre de Jesús.”—Los Hechos de los Apóstoles, pág. 29.“Cuando hayamos mostrado absoluta y sincera consagración al servicio de Cristo, Dios mostrará su aceptación mediante el derramamiento de su Espíritu sin medida; pero esto no sucederá mientras la mayor parte de los miembros de la iglesia no sean coadjutores de Dios. El Señor no puede derramar su Espíritu cuando el egoísmo y la complacencia propia en la conducta son tan manifiestas; cuando prevalece un espíritu tal que, de expresarse en palabras, formularía la pregunta con que Caín respondió a Dios: ‘¿Soy yo guarda de mi hermano?’”—Mi Vida Hoy, pág. 60.b. ¿Cuál era la condición de los discípulos antes de que recibieran este poder? Hechos 2:1.“Los discípulos oraron con intenso fervor pidiendo capacidad para encontrarse con los hombres, y en su trato diario hablar palabras que pudieran guiar a los pecadores a Cristo. Poniendo aparte toda diferencia, todo deseo de supremacía, se unieron en estrecho compañerismo cristiano…“Estos días de preparación fueron días de profundo escudriñamiento del corazón. Los discípulos sentían su necesidad espiritual, y clamaban al Señor por la santa unción que los había de hacer idóneos para la obra de salvar almas. No pedían una bendición simplemente para sí. Estaban abrumados por la preocupación de salvar almas.”—Los Hechos de los Apóstoles, pág. 30.c. ¿Qué debemos hacer cada uno de nosotros para prepararnos a fin de recibir este poder? Hechos 3:19.“Debe verificarse una obra de reforma y arrepentimiento. Todos tienen que procurar el derramamiento del Espíritu Santo. Como en el caso de los discípulos después de la ascensión de Cristo, tal vez requiera varios días en que se busque fervorosamente a Dios y se deseche el pecado.”—Mi Vida Hoy, pág. 59.
3. RECIBIENDO EL PODER Martes4 de septiembre
a. ¿Cuál fue la experiencia de los discípulos cuando recibieron el poder del Espíritu Santo? Hechos 2:2–4. ¿Cómo es comparada esta experiencia con la experiencia de la iglesia de Dios en los últimos días?“El derramamiento del Espíritu Santo en los días de los apóstoles fue ‘la lluvia temprana’; y el resultado de la misma fue glorioso. Pero la lluvia tardía será más abundante.”—Mi Vida Hoy, pág. 61.b. ¿Qué hicieron con el poder que recibieron? Hechos 4:33.“Los discípulos se sentían abrumados por la carga de la salvación de las almas. Había que llevar el Evangelio a las regiones más remotas de la tierra; así que reclamaron el derramamiento del poder que Cristo había prometido. Entonces descendió el Espíritu Santo, y miles de personas se convirtieron en un día.“Lo mismo puede ocurrir ahora. En vez de predicar especulaciones humanas, anúnciese la Palabra de Dios. Desechen los cristianos sus disensiones y entréguense a Dios para la salvación de los perdidos. Pidan la bendición con fe, y ésta vendrá.“El celo de Dios impulsó a los discípulos a dar testimonio de la verdad con estupendo poder. ¿No debería arrebatar nuestros corazones el mismo celo, resolviéndonos a contar la historia del amor redentor de Cristo crucificado?”—Ídem., pág. 62.c. ¿Cuál es la condición bajo la cual recibimos este poder? Joel 2:15–17.“Únicamente los que estén recibiendo constantemente nueva provisión de gracia, tendrán una fuerza proporcionada a su necesidad diaria y a su capacidad de emplearla. En vez de esperar algún tiempo futuro en que, mediante el otorgamiento de un poder espiritual especial, sean milagrosamente hechos idóneos para ganar almas, se entregan diariamente a Dios, para que los haga vasos dignos de ser empleados por él. Diariamente están aprovechando las oportunidades de servir que están a su alcance. Diariamente están testificando por el Maestro dondequiera que estén, ora sea en alguna humilde esfera de trabajo o en el hogar, o en un ramo público de utilidad.”—Ídem., pág. 61.
4. UNA PROMESA PARA NOSOTROS HOY Miércoles5 de septiembre
a. ¿Qué promesa nos es dada hoy con respecto al poder especial del Espíritu Santo? Joel 2:23.“Es cierto que en el tiempo del fin, cuando la obra de Dios en la tierra esté por terminar, los fervientes esfuerzos realizados por los consagrados creyentes bajo la dirección del Espíritu Santo irán acompañados por manifestaciones especiales del favor divino. Bajo la figura de la lluvia temprana y tardía que cae en los países orientales al tiempo de la siembra y la cosecha, los profetas hebreos predijeron el derramamiento de la gracia espiritual en una medida extraordinaria sobre la iglesia de Dios. El derramamiento del Espíritu en los días de los apóstoles fue el comienzo de la lluvia temprana, y gloriosos fueron los resultados. Hasta el fin del tiempo, la presencia del Espíritu ha de morar con la iglesia fiel.“Pero acerca del fin de la siega de la tierra, se promete una concesión especial de gracia espiritual, para preparar a la iglesia para la venida del Hijo del hombre. Este derramamiento del Espíritu se compara con la caída de la lluvia tardía; y en procura de este poder adicional, los cristianos han de elevar sus peticiones al Señor de la mies ‘en la sazón tardía.’ (Zacarías 10:1.) En respuesta, ‘Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante.’ ‘Hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía.’ (Joel 2:23).”—Los Hechos de los Apóstoles, págs. 44, 45.b. ¿Qué obra ha sido profetizada por Juan? Apocalipsis 18:1. ¿Cómo podemos participar hoy en la obra del cuarto ángel?“El Espíritu de Dios se acercará a los corazones de los hombres, y los que respondan a su influencia se convertirán en luces para el mundo. Por todas partes se los verá ir de un lado al otro para transmitir a los demás la luz que habrán recibido, tal como ocurría después del derramamiento del Espíritu Santo, en el día de Pentecostés. Y al dejar brillar su luz, recibirán cada vez más poder del Espíritu. La tierra se iluminará con la gloria de Dios…“Veíase a centenares y miles de personas visitando las familias y explicándoles la Palabra de Dios. Los corazones eran convencidos por el poder del Espíritu Santo, y se manifestaba un espíritu de sincera conversión. En todas partes las puertas se abrían de par en par para la proclamación de la verdad. El mundo parecía iluminado por la influencia divina.”—Mi Vida Hoy, pág. 65.
5. ORANDO POR EL ESPÍRITU SANTO Jueves6 de septiembre
a. En vista de los tiempos en que vivimos, ¿cuál es el deseo de Dios para nosotros en estos días? Zacarías 10:1.“La lluvia tardía que madura la cosecha de la tierra, representa la gracia espiritual que prepara a la iglesia para la venida del Hijo del hombre. Pero a menos que la primera lluvia haya caído, no habrá vida; el brote verde no surgirá. A menos que los primeros chubascos hayan hecho su obra, la lluvia tardía no puede perfeccionar ninguna semilla…“Debe haber un desarrollo constante de la virtud cristiana, un progreso permanente en la experiencia cristiana…“Sólo aquellos que están viviendo a la altura de la luz que tienen recibirán mayor luz. A menos que estemos avanzando diariamente en la ejemplificación de las virtudes cristianas activas, no reconoceremos las manifestaciones del Espíritu Santo en la lluvia tardía. Podrá estar derramándose en los corazones en torno de nosotros, pero no la discerniremos ni la recibiremos.”—Testimonios para los Ministros, págs. 515, 516.“Oremos con corazón contrito con el mayor fervor para que ahora, en el tiempo de la lluvia tardía, los aguaceros de gracia caigan sobre nosotros. En toda reunión a que asistamos deben ascender nuestras plegarias para que en este mismo tiempo Dios imparta calor y humedad a nuestras almas. Al buscar a Dios para la recepción del Espíritu Santo, este poder obrará en nosotros mansedumbre, humildad de mente, y una dependencia consciente de Dios para la lluvia tardía que perfecciona la obra. Si oramos por la bendición con fe, la recibiremos como Dios lo ha prometido.”—Ídem., pág. 518.
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL Viernes7 de septiembre
1. ¿Por qué necesitamos el poder del Espíritu Santo incluso más de lo que lo necesitaban los discípulos?2. ¿Qué podemos aprender de la experiencia de los discípulos al prepararse para el derramamiento del Espíritu Santo?3. En lugar de mirar hacia un tiempo futuro cuando, a través de un don especial de poder espiritual, estemos milagrosamente capacitados para ganar almas, ¿qué podemos hacer hoy?4. ¿Cómo nos convertimos en luces para el mundo? ¿Qué sucede cuando dejamos que brille nuestra luz?5. ¿Cuál es la obra de la lluvia temprana? ¿Cómo se relaciona con la lluvia tardía?