Enséñanos a Orar “Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos” (Lucas 11:1).
Lectura adicional:
El Discurso Maestro de Jesucristo, págs. 87–103.
“Los discípulos de Cristo estaban muy impresionados por sus oraciones y por su hábito de comunicación con Dios. Un día, tras una corta ausencia del lado de su Señor, lo encontraron absorto en una súplica. Al parecer inconsciente de su presencia, él siguió orando en voz alta. Los corazones de los discípulos quedaron profundamente conmovidos. Cuando terminó de orar, exclamaron: ‘Señor, enséñanos a orar.’”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 105.
1. LECCIONES DE LA ORACIÓN DEL SEÑOR Domingo9 de septiembre
a. Cuando los discípulos oyeron la diferencia entre la oración de Cristo y las oraciones formales de sus sacerdotes, ¿qué le pidieron a Jesús? ¿Qué modelo de oración dio el Señor? Lucas 11:1–4.b. ¿Cómo nos enseña Jesús a comenzar nuestras oraciones? ¿A quién estamos orando? Mateo 6:6, 9. ¿Qué significa orar en el nombre de Jesús?“Pero orar en nombre de Cristo significa mucho. Significa que hemos de aceptar su carácter, manifestar su espíritu y realizar sus obras. La promesa del Salvador se nos da bajo cierta condición. ‘Si me amáis —dice,— guardad mis mandamientos.’ Él salva a los hombres no en el pecado, sino del pecado; y los que le aman mostrarán su amor obedeciéndole.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 621.“Orar en nombre de Jesús es más que una mera mención de su nombre al principio y al fin de la oración. Es orar con los sentimientos y el espíritu de Jesús, creyendo en sus promesas, confiando en su gracia y haciendo sus obras.”—El Camino a Cristo, pág. 101.
2. CONDICIONES PARA QUE LA ORACIÓN SEA CONTESTADA Lunes10 de septiembre
a. ¿Cuáles son las condiciones bajo las cuales Dios responde la oración? 1 Juan 3:22; Mateo 21:22.“Todas las promesas de Dios son condicionales. Si hacemos su voluntad, si caminamos en la verdad, entonces podemos pedir lo que queramos, y nos será dado. Cuando tratamos fervorosamente de ser obedientes, Dios escucha nuestras peticiones; pero él no nos bendecirá si estamos en desobediencia. Si escogemos desobedecer sus mandamientos, podemos gritar ‘Fe, fe, solamente fe’, y la respuesta vendrá de la segura Palabra de Dios: ‘La fe sin obras es muerta’ (Santiago 2:20). Una fe tal sólo será como metal que resuena y címbalo que retiñe. Para tener los beneficios de la gracia de Dios, debemos hacer nuestra parte; debemos trabajar fielmente y producir frutos dignos de arrepentimiento.”—Fe y Obras, pág. 47.b. ¿Cuál es nuestro deber hacia los necesitados que están a nuestro alrededor? Proverbios 3:27, 28. ¿Cómo nuestra conducta hacia los necesitados se refleja sobre nosotros?“Dios demanda que abras ampliamente tu mano a los necesitados y tengas la más tierna compasión por aquellos que están afligidos o que sufren necesidades. Si te desvías negligentemente de su clamor, el Señor seguramente se apartará de tu oración y no te oirá en tu angustia.”—The Review and Herald, 6 de octubre de 1891.c. ¿Cómo quiere Dios que cooperemos con él para ayudar a los demás? 1 Corintios 3:9.“Somos obreros juntamente con Dios. No hemos de sentarnos con indolencia, a la espera de alguna gran ocasión, para hacer una obra importante por el Maestro. No hemos de descuidar el deber que está directamente en nuestro camino, sino que hemos de aprovechar las pequeñas oportunidades que se presentan a nuestro alrededor.”—Fe y Obras, págs. 47, 48.“Debemos animarlos [a los afligidos] a que hagan algo en auxilio de otros más necesitados que ellos. Las tinieblas se desvanecerán de sus corazones al procurar ayudar a otros. Al tratar de consolar a los demás con el consuelo que hemos recibido, la bendición refluye sobre nosotros.”—El Ministerio de Curación, pág. 198.
3. POSTURAS APROPIADAS EN LA ORACIÓN Martes11 de septiembre
a. ¿Qué ejemplos bíblicos de arrodillarse para orar demuestran esta posición como un deber y un privilegio? 1 Reyes 8:54, 55; Efesios 3:14.“Tanto en el culto público como en el privado, nuestro deber consiste en arrodillarnos delante de Dios cuando le ofrecemos nuestras peticiones. Este acto muestra nuestra dependencia de él.”—Mensajes Selectos, tomo 2, pág. 360.“Jesús, nuestro ejemplo, ‘puesto de rodillas, oró.’ (Lucas 22:41.) Acerca de sus discípulos quedó registrado que también ‘Pedro puesto de rodillas, oró.’ (Hechos 9:40.) Pablo declaró: ‘Doblo mis rodillas al Padre de nuestro Señor Jesucristo.’ (Efesios 3:14.) Cuando Esdras confesó delante de Dios los pecados de Israel, se arrodilló. (Esdras 9:5.) Daniel ‘hincábase de rodillas tres veces al día, y oraba, y confesaba delante de su Dios.’ (Daniel 6:10).”—Profetas y Reyes, págs. 33, 34.b. ¿Cuál era la posición de Elías cuando oró pidiendo lluvia? 1 Reyes 18:42. ¿Quién más oró en una posición similar, y por qué esta actitud no es adecuada para la adoración pública? Mateo 26:39.“Mirémosle [a Cristo] contemplando el precio que ha de pagar por el alma humana. En su agonía, se aferra al suelo frío, como para evitar ser alejado más de Dios. El frío rocío de la noche cae sobre su cuerpo postrado, pero él no le presta atención. De sus labios pálidos, brota el amargo clamor: ‘Padre mío, si es posible, pase de mi este vaso.’ Pero aún entonces añade: ‘Empero no como yo quiero, sino como tú.’”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 638.“Cuánto se pierde en el culto familiar cuando el que ofrece la oración inclina la cabeza hacia abajo y habla con voz baja y débil, como si acabara de recuperarse de una larga enfermedad… La oración que así se pronuncia es apropiada para la oración privada, pero no es adecuada para el culto público; porque a menos que los que están reunidos con ellos puedan escuchar lo que se dice, no pueden decir Amén.”—Christian Education, pág. 127.c. ¿Qué posición le pidió Jesús a la multitud que tomara antes de dar gracias por los alimentos? Juan 6:10, 11.
4. ORANDO CON UN ESPÍRITU SUMISO Miércoles12 de septiembre
a. ¿Cómo podemos mostrar sumisión a Dios en nuestras oraciones? 1 Juan 5:14, 15.“Dice Jesús: ‘Todo cuanto pidiereis en la oración creed que lo recibiréis ya; y lo tendréis’ (Marcos 11:24). Hay una condición en esta promesa: que pidamos conforme a la voluntad de Dios. Pero es la voluntad de Dios limpiarnos de pecado, hacernos hijos suyos y ponernos en actitud de vivir una vida santa. De modo que podemos pedir a Dios estas bendiciones, creer que las recibimos y agradecerle por haberlas recibido. Es nuestro privilegio ir a Jesús para que nos limpie, y estar en pie delante de la ley sin confusión ni remordimiento.”—La Fe Por la Cual Vivo, pág. 143.“Cualquiera que sea la senda que Dios ha escogido para nosotros, cualquiera que sea el camino que ordena para nuestros pies, ése es el único camino de seguridad. Diariamente debemos manifestar el espíritu de sumisión infantil, y orar para que nuestros ojos sean ungidos con el colirio celestial, a fin de que podamos discernir las indicaciones de la voluntad divina, para que no se confundan nuestras ideas a causa de la omnipotencia de nuestra propia voluntad.”—A Fin de Conocerle, pág. 251.b. ¿Cómo demostró María sumisión a Dios? Lucas 1:38. ¿Cómo podemos tener esta misma actitud?c. ¿Qué va de la mano con la verdadera sumisión? Santiago 1:6.“Como mayordomos de la gracia del cielo, debemos pedir con fe, y entonces esperar confiadamente la salvación de Dios. No debemos adelantarnos a él, para tratar de lograr lo que deseamos mediante nuestro propio esfuerzo. Debemos pedir en su nombre, y acto seguido debemos actuar como si creyéramos en su eficiencia.”—Mente, Carácter y Personalidad, tomo 2, pág. 484.“Nuestras oraciones lánguidas y sin entusiasmo no tendrán respuesta del cielo. ¡Oh, necesitamos insistir en nuestras peticiones! Pedid con fe, esperad con fe, recibid con fe, regocijaos con esperanza, porque todo aquel que pide, encuentra. Seamos fervientes. Busquemos a Dios de todo corazón.”—Nuestra Elevada Vocación, pág. 133.“La oración de fe del justo nunca se pierde. Puede ser que la respuesta no sea de acuerdo con lo que se ha esperado, pero seguramente vendrá, porque la palabra de Dios está empeñada.”—Ídem., pág. 136.
5. CUANDO ORAR Jueves13 de septiembre
a. ¿En qué momentos durante el día deberíamos orar? Salmo 55:17.b. ¿Deberíamos limitar nuestras oraciones a estos momentos? 1 Tesalonicenses 5:17.“No hay tiempo o lugar en que sea impropio orar a Dios… En medio de las multitudes y del afán de nuestros negocios, podemos ofrecer a Dios nuestras peticiones e implorar la divina dirección, como lo hizo Nehemías cuando hizo la petición delante del rey Artajerjes.”—El Camino a Cristo, pág. 99.“Podemos hablar con Jesús mientras andamos por el camino, y él dice: Estoy a tu diestra.“Podemos comulgar con Dios en nuestros corazones; podemos andar en compañerismo con Cristo. Mientras atendemos a nuestro trabajo diario, podemos exhalar el deseo de nuestro corazón, sin que lo oiga oído humano alguno; pero aquella palabra no puede perderse en el silencio, ni puede caer en el olvido. Nada puede ahogar el deseo del alma. Se eleva por encima del trajín de la calle, por encima del ruido de la maquinaria. Es a Dios a quien hablamos, y él oye nuestra oración.”—Obreros Evangélicos, pág. 271.
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL Viernes14 de septiembre
1. ¿Cómo debemos vivir si oramos en el nombre de Jesús?2. ¿Cuándo contesta Dios la oración?3. ¿Por qué deberíamos arrodillarnos en nuestras oraciones regulares públicas y privadas?4. ¿Cómo podemos orar con un espíritu sumiso? ¿Qué respuesta estaremos dispuestos a aceptar?5. ¿Cómo podemos orar a Dios mientras cumplimos con nuestros deberes diarios?