Domingo
27 de mayo
1. DESTINO FIJADO AL MORIR
a. ¿Qué parábola ilustra la verdad de que el futuro de una persona es fijado al morir según su manera de vivir? Explique la diferencia entre los dos hombres e indique la lección que podemos aprender. Lucas 16:19–21.
“En la parábola del hombre rico y Lázaro, Cristo muestra que los hombres deciden su destino eterno en esta vida... Pero si los hombres malgastan sus oportunidades en la complacencia propia, pierden la vida eterna. No se les concederá ningún tiempo de gracia complementario. Por su propia elección han constituido una gran sima entre ellos y su Dios.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 205.
b. ¿Qué sucedió finalmente tanto al mendigo como al hombre rico? Lucas 16:22.
“El pobre había sufrido todos los días, pero había sido paciente y soportado en silencio. Con el transcurso del tiempo murió y fue enterrado. No hubo lamentaciones por él; pero mediante su paciencia en los sufrimientos había testificado por Cristo, había soportado la prueba de su fe, y a su muerte se lo representa llevado por los ángeles al seno de Abrahán.”—Ídem., pág. 206.
Lunes
28 de mayo
2. CORRIGIENDO PUNTOS DE VISTA ERRÓNEOS
a. Aunque errónea, ¿qué creencia sostenida por muchos de sus oyentes usó Jesús para enseñar verdades importantes? En el destino del hombre rico, ¿qué verdad enseñó Jesús? Lucas 16:23, 24.
“En la parábola Cristo estaba haciendo frente al público en su propio terreno. La doctrina de un estado de existencia consciente entre la muerte y la resurrección era sostenida por muchos de aquellos que estaban escuchando las palabras de Cristo. El Salvador conocía esas ideas, e ideó su parábola de manera tal que inculcara importantes verdades por medio de esas opiniones preconcebidas. Colocó ante sus oyentes un espejo en el cual se habían de ver a sí mismos en su verdadera relación con Dios. Empleó la opinión prevaleciente para presentar la idea que deseaba destacar en forma especial, es a saber, que ningún hombre es estimado por sus posesiones; pues todo lo que tiene le pertenece en calidad de un préstamo que el Señor le ha hecho. Y un uso incorrecto de estos dones lo colocará por debajo del hombre más pobre y más afligido que ama a Dios y confía en él.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, págs. 206, 207.
b. ¿Qué enseña la Biblia acerca del estado del cuerpo y del alma en la muerte? Eclesiastés 9:5, 6; Salmo 146:2–4; Juan 11:11.
“Con frecuencia me había sentido perturbada debido a mis esfuerzos por reconciliar la recompensa o castigo inmediatos que se referían a la muerte, con el hecho indudable de una resurrección y un juicio futuro. Si en el momento de la muerte el alma entraba en un estado de felicidad o de desgracia eterna, ¿qué necesidad había de una resurrección del pobre cuerpo convertido en polvo?
“Pero esta nueva fe me enseñó la razón por la que los autores inspirados se habían explayado tanto en el tema de la resurrección del cuerpo; se debía a que el ser total dormía en el sepulcro. Ahora podía percibir claramente el error de nuestra posición anterior con respecto a este tema.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pág. 44.
c. ¿Cuál fue la respuesta del Abrahán figurativo a la petición del hombre rico? Lucas 16:25.
“¿Qué son los sufrimientos de esta vida presente, comparados con el eterno peso final de gloria?”—The Signs of the Times, 10 de diciembre de 1885.
Martes
29 de mayo
3. UNA OPORTUNIDAD PERDIDA PARA SIEMPRE
a. ¿Qué dificultad adicional fue declarada por Abrahán en esta conversación ilustrativa? Lucas 16:26.
“Es algo solemne morir, pero es mucho más solemne vivir. Cada pensamiento, palabra y acción de nuestra vida volverá a confrontarnos. Tendremos que seguir siendo durante toda la eternidad lo que nos hayamos hecho durante el tiempo de gracia. La muerte provoca la disolución del cuerpo, pero no produce cambio alguno en nuestro carácter, ni lo cambia tampoco la venida de Cristo; tan sólo lo fija para siempre sin posibilidad de cambio.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 441.
b. ¿Qué preocupación hasta ahora desatendida es expresada por el hombre rico? Lucas 16:27, 28. ¿Ha dejado Dios algo sin hacer a fin de proveer a nuestra salvación?
“Cuando el hombre rico solicitó evidencia adicional para sus hermanos, se le dijo sencillamente que si se les concediera tal evidencia no se convencerían. Su pedido implica un reproche a Dios. Era como si el rico hubiera dicho: ‘Si me hubieses amonestado cabalmente, no estaría hoy aquí.’ Se lo representa a Abrahán respondiendo a este pedido de la siguiente forma: Tus hermanos han sido suficientemente amonestados. Se les ha concedido luz, pero ellos no quisieron ver; se les ha presentado la verdad, pero no la quisieron oír.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 208.
“Cuando Dios dio a Cristo a nuestro mundo, dio en este único don todos los tesoros del cielo. No retuvo nada. No puede hacer más de lo que ha hecho para llevar a los hombres al arrepentimiento. No tiene ningún medio reservado para su salvación.”—The Review and Herald, 17 de septiembre de 1901.
c. A medida que vemos la condición de este mundo actual, ¿qué serios pensamientos deberíamos considerar? Santiago 4:14; 2 Corintios 6:2.
“Dios... tiene paciencia con los hombres hasta que se agota el último recurso para llevarlos al arrepentimiento. Pero su paciencia tiene límites.”—Ídem.
“Acérquese ahora, mientras dura la gracia; venga confesando, venga con alma contrita, y Dios será amplio en perdonar. No se atreva a desperdiciar otra oportunidad.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 332.
Miércoles
30 de mayo
4. UNA AMPLIA ADVERTENCIA DESCUIDADA
a. ¿Qué testimonio rechazó primero la nación judía, y qué otras evidencias dijo Jesús que ignorarían? Lucas 16:29–31; Juan 5:46, 47.
“‘Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levantara de los muertos’ (Lucas 16:31). Estas palabras demostraron ser ciertas en la historia de la nación judía. El último y culminante milagro de Cristo fue la resurrección de Lázaro de Betania, después que había estado muerto durante cuatro días. Se les concedió a los judíos esta maravillosa evidencia de la divinidad del Salvador, pero la rechazaron. Lázaro se levantó de los muertos, y presentó ante ellos su testimonio, pero endurecieron su corazón, contra toda evidencia, y hasta trataron de quitarle la vida (Juan 12:9–11).”—Palabras de Vida del Gran Maestro, págs. 208, 209.
b. ¿Qué bendiciones espirituales fueron dadas a los judíos? Romanos 9:3–5. ¿De qué eran muchos de ellos culpables de hacer con sus bendiciones? Lucas 12:21.
“Cuando Cristo presentó la parábola del hombre rico y Lázaro, había muchos hombres, en la nación judía, que se hallaban en la miserable condición del hombre rico, que usaban los bienes del Señor para su complacencia egoísta, preparándose para oír la sentencia: ‘Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto’ (Daniel 5:27). El hombre rico fue favorecido con toda bendición temporal y espiritual, pero rehusó cooperar con Dios en el empleo de esas bendiciones.”—Ídem., pág. 211.
c. ¿Cómo podemos estar en peligro de cometer el mismo error? Proverbios 14:31; Zacarías 7:10.
“Si Dios nos da gran parte de los bienes de este mundo, no es para que podamos acumularlos egoístamente, o que podamos ansiar más, sino para que podamos impartir gratuitamente a los que no son tan ricamente bendecidos. Nada refresca el espíritu como el dar de buena gana y voluntariamente a Dios de las bendiciones que nos ha dado gratuitamente. La vida del alma es revivida por la visión del bien así logrado, y por el sentimiento de que se ha hecho un uso concienzudo de los bienes del Señor.”—The Review and Herald, 27 de mayo de 1902.
“El mismo espíritu de sacrificio que compró la salvación para nosotros, morará en el corazón de aquellos que lleguen a participar del don celestial.”—Exaltad a Jesús, pág. 272.
Jueves
31 de mayo
5. PELIGRO EN LA CONFIANZA PROPIA
a. ¿Qué satisfecha confianza propia era mantenida por el pueblo favorecido de Dios en el tiempo de Cristo? Juan 8:33. ¿Cuándo comprendieron su amonestación?
“Cuando la calamidad vino sobre Jerusalén, cuando el hambre y sufrimientos de todo género azotaron al pueblo, los judíos recordaron esas palabras de Cristo, y comprendieron su parábola. Ellos se habían acarreado el sufrimiento por no dejar que la luz que Dios les concediera brillara hacia el mundo.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 213.
b. ¿Qué engaño similar afecta a los laodicenses? Apocalipsis 3:16, 17.
“Hoy día existe una clase de persona en nuestro mundo que tiene la justicia propia. No son comilones, no son borrachos, no son incrédulos; pero quieren vivir para sí mismos, no para Dios. Él no se halla en sus pensamientos; por consiguiente se los califica con los incrédulos. Si les fuera posible entrar por las puertas de la ciudad de Dios, no podrían tener derecho al árbol de la vida; porque cuando los mandamientos de Dios fueron presentados ante ellos con todos sus requerimientos dijeron: No. No han servido a Dios aquí; por consiguiente no lo servirían en el futuro. No podrían vivir en su presencia, y no se sentirían a gusto en ningún lugar del cielo.
“Aprender de Dios significa recibir su gracia, la cual es su carácter. Pero aquellos que no aprecian ni aprovechan las preciosas oportunidades y las sagradas influencias que le son concedidas en la tierra, no están capacitados para tomar parte en la devoción pura del cielo.”—Ídem., págs. 214, 215.
Viernes
1 de junio
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL
1. ¿Qué lección fue enseñada en esta parábola sobre las vidas de los dos hombres?
2. ¿Cómo la respuesta de Abrahán reveló el problema del hombre rico?
3. ¿Qué implicaba la solicitud del hombre rico acerca de sus hermanos?
4. ¿Qué enseña esta parábola sobre las oportunidades presentes?
5. Los miembros de iglesia que tienen justicia propia no son infieles. Entonces, ¿por qué son clasificados con los incrédulos?