Domingo
10 de enero
1. ENFRENTANDO LA PERSECUCIÓN
a. ¿Qué desencadenó los celos en el corazón de Saúl contra David? 1 Samuel 18:5–9. Nombra un principio que explique por qué las acciones de Saúl seguían sus sentimientos. Versículo 11; 1 Juan 3:15.
“Saúl ambicionaba ser el primero en la estima de los hombres; y cuando oyó esta canción de alabanza, se asentó en la mente del rey la convicción de que David conquistaría el corazón del pueblo, y reinaría en su lugar. Saúl abrió su corazón al espíritu de los celos, que envenenó su alma.”—Patriarcas y Profetas, pág. 704.
b. ¿Por qué Dios permite que los cristianos pasen por situaciones como la que David experimentó entonces, y qué aprendió David gracias a su relación con Saúl? 2 Timoteo 3:12; 1 Pedro 4:12–17.
“El puesto que ocupaba David en la corte le había de impartir conocimiento de los asuntos y preparar su grandeza futura. Le pondría en situación de ganarse la confianza de la nación. Las vicisitudes y las dificultades que le sucedieran a causa de la enemistad de Saúl le conducirían a sentir su dependencia de Dios y a depositar toda su confianza en él.”—Ibíd., pág. 703.
Lunes
11 de enero
2. EN GRAVE PELIGRO
a. Cuando Saúl vio que Dios había protegido a David, ¿qué otros planes hizo para destruirlo? 1 Samuel 18:12, 13, 17, 20, 21, 25. ¿Qué preservó la vida del fiel siervo de Dios? Versículos 14, 30.
b. ¿Cómo resurgió el mal carácter de Saúl, y qué detuvo su persecución a David en Rama? Capítulo 19:9, 10, 23, 24; 20:1 (primera parte).
“[Saúl] resolvió no esperar más oportunidades para matar a David, y que tan pronto como lo tuviera a su alcance lo mataría con su propia mano, fueran lo que fueran las consecuencias. Pero un ángel de Dios le encontró en el camino, y le dominó. El Espíritu de Dios le mantuvo bajo su poder, y salió dirigiendo a Dios oraciones entremezcladas con predicciones y melodías sagradas. Profetizó acerca de la venida del Mesías como Redentor del mundo.
“Cuando llegó a la casa del profeta en Rama, puso a un lado las prendas de vestir que señalaban su categoría, y permaneció todo el día y toda la noche acostado ante Samuel y sus discípulos, bajo la influencia del Espíritu divino. El pueblo se congregó para presenciar esta escena extraña…
“Pero David tenía poca confianza en el arrepentimiento del rey. Aprovechó esta ocasión para escaparse, no fuera que el humor del rey cambiara, como antes.”—Patriarcas y Profetas, págs. 708, 709.
c. Describe la naturaleza mortal de la envidia y los celos. Proverbios 6:34, 35; 27:4.
“La envidia es uno de los rasgos más despreciables del carácter satánico. Busca constantemente la elevación de sí mismo, arrojando calumnias sobre los demás. Un hombre que es envidioso menospreciará a su vecino, pensando en exaltarse a sí mismo.”—The Signs of the Times, 17 de agosto, 1888.
“La envidia no es simplemente una perversión del carácter, sino un disturbio que trastorna todas las facultades…
“Si se hace un esfuerzo para convencer de su pecado a la persona envidiosa, se exacerba aún más contra el objeto de su pasión, y con demasiada frecuencia permanece incurable.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 53.
Martes
12 de enero
3. LOS TERRIBLES RESULTADOS DEL PÁNICO
a. Relata los errores de David en su huida a Nob. 1 Samuel 21:1–6.
“[David] tenía un temor constante de ser descubierto, y… en su extremismo recurrió al engaño… David le dijo al sacerdote que había sido enviado por el rey para llevar a cabo un asunto secreto que requería que fuera solo. Le pidió al sacerdote cinco panes. No había nada más que pan sagrado en posesión del hombre de Dios; sin embargo, David consiguió quitarle los escrúpulos y obtuvo el pan para satisfacer su hambre.”—The Signs of the Times, 31 de agosto, 1888.
b. ¿Cómo la falta de honestidad y sinceridad de David con Ahimelec desencadenó una trágica serie de acontecimientos? Versículos 7; 22:6–11, 16–19.
“Si le hubiera manifestado claramente los hechos tales como eran, Ahimelech habría sabido qué conducta seguir para proteger su vida.”—Patriarcas y Profetas, pág. 711.
“Doeg era calumniador, y Saúl estaba dominado por tal espíritu de envidia, odio y homicidio, que deseaba que el informe fuera verdadero. La afirmación parcial y exagerada del principal de los pastores podía ser muy bien empleada por el adversario de Dios y del hombre. Se la presentó ante Saúl de tal manera como para que el rey perdiera todo dominio propio y procediera como un enajenado. Si tan sólo hubiese esperado serenamente hasta que hubiera podido oír todo el relato y utilizar sus facultades de razonamiento, ¡cuán diferente habría sido el terrible registro de los acontecimientos de ese día!
“¡Cómo se regocija Satanás cuando se le permite inflamar el alma hasta que la ira hace palidecer! Una mirada, un gesto, una inflexión de la voz, se pueden tomar y usar como un dardo de Satanás para herir y envenenar el corazón que está abierto para recibirlo. Si el Espíritu de Cristo nos posee plenamente y hemos sido transformados por su gracia, no estaremos dispuestos a hablar mal ni a llevar informes que contengan falsedades. El mentiroso, el acusador de los hermanos es un instrumento elegido del gran engañador.”—Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 2, pág. 1014.
“Esta acción [de matar a los sacerdotes] llenó a todo Israel de horror. El rey a quien ellos habían escogido era el que había cometido semejante ultraje… El arca estaba con ellos; pero los sacerdotes a quienes solían consultar yacían muertos por la espada. ¿Qué sucedería luego?”—Patriarcas y Profetas, pág. 715.
Miércoles
13 de enero
4. FRENESÍ ANTE EL TEMOR
a. ¿Qué olvidó David al entrar en un estado de pánico? Salmo 23:4.
“[David], ante una gran emergencia, había contemplado a Dios con el firme ojo de la fe, y se había encontrado con el orgulloso y presumido filisteo. Creía en Dios, actuaba en su nombre. Confiaba en su poder para hacer la labor de derrotar a los ejércitos de los enemigos del Señor. Pero como había sido buscado y perseguido, la perplejidad y la angustia casi habían ocultado a su Padre celestial de su vista. Parecía pensar que se había quedado solo, para luchar sus propias batallas. Estaba confundido, y no sabía qué camino tomar…
“Debemos aprender a confiar en nuestro Padre celestial, y no permitir que el alma se contamine con el pecado de la incredulidad. Al tratar de salvarnos, no encomendamos la custodia de nuestras almas a Dios, como a un fiel Creador. No esperamos que él obre por nosotros, sino que avanzamos frenéticamente en nuestra propia fuerza finita para romper alguna muralla de dificultades que solo Dios puede eliminar por nosotros… Cuando el hombre confíe implícitamente en Dios, será fiel a sí mismo; y puede esperar y regocijarse en el Dios de su salvación, aunque cada amigo en la tierra se convierta en un enemigo.”—The Signs of the Times, 31 de agosto, 1888.
b. ¿Cómo deberíamos ser advertidos, incluso cuando estamos en peligro, del otro error de David cometido en su desesperada huida? 1 Samuel 21:10–13.
“Dios requiere que la verdad distinga siempre a los suyos, aun en los mayores peligros…
“David huyó hasta donde estaba Achis, rey de Gath, pues le parecía que había más seguridad en medio de los enemigos de su pueblo que en los dominios del rey Saúl. Pero se le informó a Achis que David había sido el hombre que había dado muerte al campeón filisteo años antes; y ahora el que buscaba refugio entre los enemigos de Israel se encontraba en un gran peligro. Pero fingiendo que estaba loco, pudo engañar a sus enemigos y logró escapar.
“Cometió David su primer error al desconfiar de Dios en Nob, y el segundo al engañar a Achis… Pero cuando fue probado, su fe vaciló, y aparecieron sus debilidades humanas. Veía en todo hombre un espía y un traidor.”— Patriarcas y Profetas, pág. 712.
Jueves
14 de enero
5. LA VERDADERA FE… CONFÍA
a. ¿Cómo reconoció David humildemente su culpa parcial en el trágico asunto de los sacerdotes asesinados? 1 Samuel 22:20–23.
b. ¿Cómo reprueba nuestro Señor Jesucristo la clase de temor que frecuentemente nos paraliza impidiéndonos de confiar en Dios como deberíamos? Marcos 4:40.
“Dondequiera que los hijos de Dios fracasen, se debe a su falta de fe. Cuando las sombras envuelven el alma, cuando necesitamos luz y guía, debemos mirar hacia arriba; hay luz más allá de las tinieblas.”—The Signs of the Times, 31 de agosto, 1888.
c. Nombra una promesa que resuena a través de los siglos para cada fiel hijo de Dios en tiempos de desesperada necesidad. Isaías 54:10.
“¡Cuán preciosa y valiosa es la dulce influencia del Espíritu de Dios cuando llega a las almas deprimidas o desesperadas, anima a los de corazón desfalleciente, fortalece a los débiles e imparte valor y ayuda a los probados siervos del Señor! ¡Qué Dios tan bondadoso el nuestro, que trata tan suavemente a los descarriados, y muestra su paciencia y ternura en la adversidad, y cuando estamos abrumados de algún gran dolor!”—Patriarcas y Profetas, pág. 712.
Viernes
15 de enero
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL
1. ¿Por qué Dios odia tanto el que nos dejemos llevar por la envidia y los celos?
2. ¿Por qué David no podía confiar en Saúl, incluso después que a veces pareciera pacífico?
3. ¿Cómo podría estar en peligro de cometer errores como David en tales pruebas?
4. ¿Cómo quiere el Señor que manejemos los asuntos cuando nuestra vida está en peligro?
5. ¿Bajo qué clases de circunstancias necesito realmente confiar más en Dios?